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Volumen 7, Número 90, agosto 31 de 2007  

Organización obrera afiliada a la FEDERACIÓN SINDICAL MUNDIAL

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Oscuridad gracias a la privatización eléctrica

Otro apagón en Barcelona



El 23 de julio de 2007, a las 10.53 horas, cerca de 350 mil usuarios de la empresa eléctrica Fecsa-Endesa, en la ciudad de Barcelona, España, fueron afectados por un apagón histórico: una evaluación inicial de los daños permitió estimar que al menos unos 110 mil quedarían sin luz por lo menos otro día. Antes, en pleno invierno del 2001, se produjo un grave apagón que duró algunas horas (ver energía 14); luego, en el verano de 2003, se quemó una subestación en el barrio de Sant Andreu, afectando principalmente las afueras de Barcelona.

En sendas ocasiones, las autoridades locales y los directivos de la eléctrica anunciaron un programa de reforzamiento de la red. No obstante, este accidente revela que la situación operacional de la red sigue crítica, toda vez que la falla se propagó con fuerza desde los circuitos de Transmisión (Alta Tensión, donde aparentemente comenzó la falla) a los de Distribución (Baja Tensión, que siguieron alimentando la falla hasta la destrucción física de transformadores y cables).

En esta ocasión, un 70% de los semáforos de la capital catalana se apagaron por al menos hora y media; tres de los principales hospitales suspendieron las cirugías programadas y los tranvías pararon, así como los Ferrocarriles y tres líneas de metro (1, 3 y la 5), estas últimas durante un cuarto de hora luego que había convoyes varados al interior de los túneles.

Se calcula que unos 200 repetidores de telefonía móvil (celular), perdieron alimentación, generando problemas en las conexiones, que no dejaron de funcionar totalmente debido a otra tendencia de la llamada “apertura”, consistente en conceder autorización a empresas de telecomunicaciones (Telefónica en este caso) para instalar y operar más de un centenar de generadores propios, les permitió mantenerse operando. Esto, que parecería una ventaja, fue precisamente lo que pudo propagar la falla a los circuitos de Distribución, toda vez que dichos generadores la pudieron seguir alimentando, por el lado de Baja Tensión (anulando la protección de la red de Transmisión y Subtransmisión, que ya la habían librado por Alta Tensión).

Según la información disponible [http://www.lavanguardia.es], el apagón se produjo por la caída de un cable de 110 kV sobre otro de 220 kV, éste último propiedad de la empresa administradora de la Red Nacional de Transmisión, Red Eléctrica Española (REE). Dicha avería provocó el incendio de la subestación de Collblanc, en el barrio de L'Hospitalet, así como pérdida de potencial en otras 3 (Sants, Les Corts y Urgeldaños) y daños de consideración en la subestación Maragall. Pero hubo además graves daños en empalmes importantes de la red de distribución, lo que refuerza la hipótesis de que la falla en Distribución se mantuvo alimentada.

Luego de 60 horas sin Luz, el servicio comenzó a recuperarse, concluida la reparación provisional de los bancos de transformadores de la subestación Maragall (la definitiva no ocurrirá antes de febrero próximo, a decir de las autoridades). Mientras el servicio funcionó intermitente, apoyado en una docena de generadores portátiles, instalados exprofeso para restablecer el servicio temporalmente.

No obstante diversos expertos coinciden en afirmar que dichas reparaciones no resolverán definitivamente el estado crítico de la red, posición que parecen compartir las autoridades locales, las cuales exigen al gobierno central mayor responsabilidad para garantizar el abasto eléctrico en Cataluña.

El "accidente" ocurrió en medio del proceso de liberalización del mercado eléctrico español al menudeo y atiza el enfrentamiento entre los gobiernos regional y central (coaliciones de izquierda ambos, para regocijo de los populares), desatado a raíz de la fallida OPA (Oferta Pública de Adquisición) hecha por Gas Natural sobre Endesa, en 2005, como parte de la feroz concentración que vive el mercado energético español.

Otro tema conflictivo, reavivado por el apagón, se refiere a la indemnización que debe otorgarse a los afectados: cada vez un mayor número de usuarios piensa que las sanciones a las empresas privadas deberían ser más severas, junto con las indemnizaciones, considerando las enormes ganancias (1,255 millones de euros solo en el primer semestre de este año) que obtienen al lucrar con lo que hasta hace poco se consideró un servicio público, a cargo del Estado.

En México también se corre el riesgo de fallas en Distribución. La Ciudad de México por ejemplo, ha sido invadida por decenas de pequeños generadores privados (a base de diesel) que se conectan a la red, solapados en cantidad de permisos ilegales ¾e injustificados por su grave impacto ambiental¾, otorgados por la Comisión Reguladora de Energía. Sin embargo la antigüedad de la red de distribución de la ciudad no está preparada para aceptar y manejar la entrada de dicha generación privada, manteniendo a la vez la protección de los circuitos por el lado de Baja Tensión. Se pretende que dicha red se modernice para el efecto, a cargo de las empresas públicas y sus finanzas, para beneficiar a unos cuantos. Mientras, se somete a los usuarios a un riesgo innecesario en el suministro.

 
Una comerciante barcelonesa, emplea una lámpara de gas durante el apagón. Foto AFP.
 
 
Horas después del apagón, los residentes deambulan en la oscuridad


ENDESA, de empresa pública a transnacional eléctrica


1944

Se crea en España ENDESA.
1983
Se constituye el Grupo ENDESA con la compra de la participación estatal en las compañías Enher, Gesa, Unelco y Encasur.
1988
La participación estatal ENDESA se reduce al 75,6%. Comienza a cotizar en la Bolsa de Nueva York
1991
Grupo ENDESA adquiere Electra de Viesgo (87,6%), Fecsa (40%), Sevillana de Electricidad (33,5%) y Nansa (24,9%).
1992
Grupo ENDESA inicia su expansión internacional (Argentina primero y al año siguiente Portugal).
1994
El Estado reduce su participación en ENDESA al 66,89%. El Grupo inicia operaciones en el sector del Agua (Perú y en la empresa Agbar, Aguas de Barcelona)
1995
Grupo ENDESA se consolida en Argentina participando en el control parcial (y luego total) de Edenor y Edesur, apoderándose así de la Distribución de energía eléctrica en el área metropolitana de Buenos Aires). Ingresa además al sector Telecomunicaciones (telefonía móvil, Airtel).
1996
Grupo ENDESA toma control total (75%) de Fecsa (Cataluña) y Sevillana de Electricidad (Andalucía y Badajoz)
1997
Amplía su participación en telecomunicaciones (Telefonía fija, Retevisión). Además participa en el Grupo Enersis (Chile), al que más tarde absorberá.
1988
ENDESA se privatiza totalmente con la venta del 33% de su capital. Absorbe además a Gesa (Baleares), Nansa, Enher, Viesgo y UNELCO Electricidad (Canarias) y otras.
1999
Aprovechando la ola de liberalización comercial y financiera en América Latina, que incluye la venta de empresas públicas y la apertura a capitales extranjeros (con grandes "incentivos"), Grupo ENDESA participa en Repsol e ingresa al mercado eléctrico chileno (Endesa-Chile) y a Marruecos. Vía la compra y venta diversas participaciones, consolida su posición en las cuatro Bolsas de Valores españolas y en la de Nueva York. El grupo se reestructura para adoptar la forma del mercado eléctrico. Inicia el Proyecto Génesis para concentrarse en el “negocio” eléctrico e incrementar la rentabilidad de sus inversiones en América Latina.
2001
Según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, CEPAL, ENDESA ocupa ya el quinto lugar general en América Latina y el primero en el sector eléctrico, según sus ventas consolidadas que alcanzan un valor de 11,147 millones de dólares, representando el 45% de los ingresos del grupo. ENDESA tenía en ese momento presencia en América Central (SIEPAC), Colombia, Venezuela, R. Dominicana, Brasil, Perú, Chile y Argentina.
2002
La crisis argentina, país donde llegó a controlar el 33% de la generación eléctrica, abre un período de estancamiento para los intereses expansionistas de ENDESA, luego de su grave responsabilidad en los apagones de 1999 (donde dos de sus “participadas”, Edesur e Edenor, incurrieron en serias responsabilidades), la devaluación del 2002 y la congelación de las tarifas.
Fuente: Elaboración propia con datos de www.fecsa.es


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