Volumen 15, Número 323, noviembre 6 de 2015
 


Contradictorios informes de ejército y policía federal



Ejército y armada recibieron instrucciones de investigar el paradero de los 43 normalistas desaparecidos horas antes en Iguala. La orden fue a todo el 27 batallón. Los mandos supieron de la agresión que les fue reportada. Los soldados y marinos realizaron patrullajes, pero no vieron nada. Los 43 fueron desaparecidos en sus narices. La Policía Federal clasificó los hechos como "disturbios de los estudiantes". Según la PF, éstos agredieron a los policías. ¿Su fuente de información? La policía municipal.


Cobertura del ejército y policía

El ejército federal y la policía federal (PF) han argumentado que no tuvieron nada que ver en el caso de los 43 normalistas desaparecidos aquel 26 y 27 de septiembre de 2014. El gobierno, a través de la PGR, les cree. Por lo mismo, se niega a ultranza a cualquier investigación a estos cuerpos de coerción.

Pero las propias declaraciones, contenidas en las averiguaciones de la PGR, los muestran implicados.

Una primera cuestión es que SÍ supieron de los hechos. Qué no hayan hecho NADA es otra cosa. Las declaraciones de los soldados revelan que se recibió información y que el propio comandante del 27 batallón los instruyó para dar con el paradero de los ahora desaparecidos.

El ejército dice que NUNCA recibieron ninguna petición de apoyo por parte de los estudiantes, si lo hubieran hecho los hubieran apoyado, agregan.

¡Qué ridículos! Quién les iba a pedir apoyo, si los afectados fueron desaparecidos, otros muertos y unos más heridos. ¡Qué disculpa propia de vulgares burócratas!

El hecho es que los soldados se dedicaron a patrullar la ciudad de Iguala, así como las entradas y salidas. ¿Cuál fue la novedad? Que NO encontraron NADA, ni siquiera vieron NADA.

La Policía Federal, por su parte, está peor. Primero, se indica que su fuente de información fue la propia policía municipal de Iguala y, segundo, que lo ocurrido fueron disturbios de los estudiantes. Más aún, señala que los agredidos fueron los policías. ¿Quién los agredió? ¿Los 43 desaparecidos, los muertos o los heridos?

Todo lo anterior es ridículo, por decir menos. También muestra el "trabajo coordinado" que publicita Peña Nieto. ¡Viles patrañas! Lo que se muestra es la descoordinación, la dispersión, la ineptitud y el ENCUBRIMIENTO del crimen.

¿Nadie más fue informado? ¿Soldados y policías son autónomos, no tienen mandos superiores? ¿Esos mandos también omitieron sus responsabilidades o son parte del mismo "crimen organizado"? ¿De veras ocurrió un "crimen perfecto" que no dejo ninguna huella?

No hay crimen sin apoyo del Estado. Es evidente que quiénes ejecutaron el crimen lo hicieron con la cobertura del ejército, marina y policía federal.

Por si fuera poco, un año después informan que NO saben NADA. Todo han sido mentiras y manipuleo del gobierno. Por eso su "verdad histórica" se cayó y, ahora, se insiste en seguir manipulando las investigaciones.

Pero estas mismas muestran la turbidez con que procede la PGR. Tales maniobras se volverán a caer. El mismo gobierno debe caer.

El ejército supo de los hechos

Se dice en el propio expediente que hizo público la PGR. Allí están contenidas las declaraciones de militares y policías. Desde luego, los declarantes no dijeron todo. Falta mucho por saber. Tan falta que las declaraciones mencionadas son muy contradictorias, no corresponden completamente a la verdad. Dejan más dudas. Finalmente, los soldados no vieron NADA ni hicieron NADA. Instantáneamente, los criminales mataron, hirieron y desaparecieron a estudiantes y NO dejaron huellas. ¿Quién puede creer eso? Ni Walt Disney, vaya, ni Peña Nieto.

"El 27 de septiembre, elementos del Ejército y de la Armada de México recibieron la orden de investigar el paradero de los estudiantes de la Normal de Ayotzinapa que habían desaparecido horas antes, en la ciudad de Iguala, Guerrero (Castillo G., Aranda J., Urrutia A., en La Jornada, p.9, 1 octubre 2015).

"De acuerdo al expediente que integró la PGR el delegado de la PGR en Chilpancingo, cuyo nombre aparece tachado en el expediente, confirmó en su declaración ministerial que, como parte de las acciones para combatir la delincuencia, la ciudad de Iguala ya se había sectorizado en ocho partes, en las que tenían presencia soldados y marinos.

"Con base en esa división, indicó el funcionario en su declaración, soldados y marinos implementaron el patrullaje y vigilancia en el lugar: los militares se hicieron cargo de seis sectores y los marinos de dos.

"En su testimonio, el funcionario señala que los militares también participaron desde la madrugada del 27 de septiembre en la vigilancia de las entradas y salidas de Iguala.

"Además, en el expediente se encuentran las declaraciones ministeriales que realizaron todos los integrantes del 27 batallón de infantería con sede en Iguala al personal de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido), el 3 de diciembre de 2014, entre las 8 y las 22 horas".

Pero ni vieron nada ni a nadie

"El primer testimonio se refiere a un militar que regularmente realiza labores de albañilería y vigilancia en sus turnos, con más de 10 años en las fuerzas armadas y que esa noche fue despertado para que acompañara a otros 13 militares a realizar patrullajes a la ciudad de Iguala.

"El soldado señaló que su labor en cada punto fue brindar seguridad perimetral a sus compañeros y conducir a momentos una de las unidades en los puntos que recorrieron.

"El segundo militar afirmó que a las 22 horas su comandante le dijo que se alistara, porque lo que pasa es que un grupo de manifestantes en la parte del centro están siendo agredidos y hay otra agresión. De acuerdo con los datos, el militar se refería al primer ataque que policías de Iguala e integrantes de Guerreros unidos realizaron contra los normalistas cerca del Palacio de Justicia.

"Luego, señaló que recorrieron el hospital Cristina y que regresaron como a las seis de la mañana al 27 batallón de infantería, porque durante varias horas dieron protección perimetral a la zona del Periférico en la cual los estudiantes fueron agredidos y dos de ellos abatidos.

"El militar declaró: el segundo día nos dimos a la tarea de buscar a los estudiantes, ya que fue orden general para todo el batallón, por lo que fuimos a dar rondines en la ciudad en búsqueda de estas personas. El tercer día los policías estatales dijeron que habían encontrado unas fosas, por lo que nos ordenaron que diéramos seguridad perimetral.

"El tercer soldado refirió que los integrantes del 27 batallón de infantería acudieron al hospital Cristina porque recibieron un reporte que decía que en el lugar había gente armada. Cuando llegaron al nosocomio gritó, siguiendo los protocolos: Ejército Mexicano. Entonces un hombre se asomó con las manos en alto y dijo: somos estudiantes de Ayotzinapa.

"Durante el interrogatorio al que fue sometido, el militar sostuvo que el día 26 les ordenaron a todos los miembros de ese grupo salir a patrullar a la salida a Iguala sin tener algún enfrentamiento con los estudiantes de Ayotzinapa".

Reportes contradictorios

"En las horas que transcurrieron entre la noche del viernes 26 de septiembre de 2014 y la madrugada del sábado, las reacciones de las fuerzas federales ante los violentos hechos ocurridos en Iguala fueron dispersas y contradictorias (Castillo G., Urrutia A., en La Jornada, p.7, 2 octubre 2015).

"De acuerdo con los reportes oficiales contenidos en la averiguación previa relacionada con la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, la actuación de la Policía Federal se limitó a requerir informes al que entonces fungía de secretario de seguridad pública de Iguala, Felipe Flores. Sólo se reporta que la corporación se desplazó para conocer lo que había ocurrido con los jóvenes del equipo de futbol Avispones de Chilpancingo.

"Entre los testimonios vertidos por los militares destaca uno que sostiene que el comandante del 27 batallón de infantería informó que personas de la delincuencia organizada habían atacado a estudiantes de una escuela, sin que se mencionara el nombre, pero se dijo que se debía brindar apoyo de forma inmediata a las personas que estaban siendo agredidas, y a las 2:05 abandonamos las instalaciones a bordo de vehículos y realizamos patrullajes.

"Uno de los cuestionamientos centrales que hizo la PGR fue: ¿Quién le dio la indicación de que no apoyaran a los estudiantes?

"Con matices, pero coincidentes en la negativa, respondieron en el mismo sentido: en ningún momento hubo esa orden, porque los días 26 y 27 de septiembre de 2014 no tuvimos contacto con los estudiantes, ya que si nos hubieran pedido apoyo los hubiéramos apoyado. 28 militares repartidos en dos grupos y cuatro vehículos patrullaron Iguala y registraron las distintas agresiones que sufrieron los estudiantes.

"Uno de los militares narró el recorrido al hospital Cristina, donde había 25 normalistas, uno de ellos lesionado de un tiro en la cara. Explicó que acudieron luego de recibir un reporte en el que se afirmaba que adentro había personas armadas.

“Uno de los jóvenes se identificó como estudiante de la normal de Ayotzinapa. Ingresamos por el pasillo, haciendo revisión a cada habitación. Una vez que verificamos que no se encontraba gente armada, descendimos por las escaleras y observamos que (los estudiantes) se encontraban sentados sobre las bancas y sillones de la recepción.

"Una persona que se identificó como profesor de la normal le informó que eran estudiantes; con voz exaltada manifestó que fueron agredidos con armas por policías".

Disturbios en la calle: PF

"Los reportes militares contrastan con los informes de la Policía Federal, que clasificó los hechos como un asunto relevante generado por disturbios de estudiantes de Ayotzinapa en la ciudad. En el emitido a las 21:55 horas señala que los normalistas “ocasionaron disturbios en la calle Juan N. Álvarez y sobre periférico, con elementos de la policía preventiva municipal.

"Se elaboró otro reporte para responder a un oficio del Ministerio Público Federal, en el que se solicitó investigar la veracidad de una llamada en la cual se dijo que los normalistas se enfrentaron a balazos con policías municipales y que tenían en su poder varios autobuses.

"La Policía Federal respondió que se hizo una llamada al entonces secretario de seguridad pública, Felipe Flores, quien les dijo que mientras se llevaba a cabo el informe de actividades de la presidenta municipal del DIF (sic) de esta localidad, se escucharon detonaciones de arma de fuego entre las calles de Bandera Nacional esquina Hermenegildo Galeana, motivo por el cual acudieron a dicho lugar elementos de la policía municipal, encontrándose a los estudiantes de la escuela rural de Ayotzinapa, quienes recibieron agresiones de los mismos, los cuales viajaban a bordo de un autobús, iniciando una persecución, la cual terminó frente a palacio judicial, dejando abandonado dicho ómnibus y retirándose del lugar. No omito informar a usted que el secretario de seguridad pública informó que no había ningún elemento lesionado de su corporación".

Estudiantes agredieron a los policías: PF

La PF no solamente simplifica los hechos, reduciéndolos a disturbios estudiantiles en la calle. De plano, los tergiversa al afirmar que los estudiantes agredieron a los policías.

"El 27 de septiembre la Policía Federal recabó información de la Secretaría de Seguridad Pública de Iguala y del C4; en sus reportes señala que los hechos registrados empezaron por agresiones de los estudiantes a los policías.

"El último reporte refiere a una llamada que se recibió en la guardia de la Policía Federal, en la cual les informaron que varios vehículos habían sido agredidos con armas de fuego. Acudieron al lugar y se encontraron con que se trataba del camión en que viajaban los integrantes del equipo Avispones y dos taxis; que en el lugar habían perdido la vida un futbolista, el conductor de un autobús y la pasajera de uno de los taxis".

¿Qué casualidad? De lo demás, NO vieron NADA ni a NADIE. Heridos no hubo, muertos tampoco y, desaparecidos, menos. Seguramente, las víctimas inventaron una historia que nunca ocurrió.

¡Qué crimen tan perfecto! Nadie sabe, nadie supo y nadie sabrá. Peña Nieto debe ser un genio.

Sedena se reserva datos 12 años

Para crear un ambiente político más enrarecido, el gobierno se niega a abrir una línea de investigación sobre el ejército y la policía federal. NO le conviene, es mejor mantener todo turbio, enredarlo más y negar toda responsabilidad. En realidad, lo que hace el gobierno es crear más desconfianza. Por lo pronto, el ejército se reserva la información por 12 años, que podrían ser más.

"Debido a las circunstancias sociales que vive el país, informar adónde fueron enviados o si no fueron enviados a ninguna parte los elementos del 27 batallón de infantería pone en peligro sus vidas, pues los hechos ocurridos en Iguala, Guerrero, en relación con la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa, tienen diversas aristas, advierte la Secretaría de la Defensa Nacional (Aranda J., en La Jornada, p.7, 2 octubre 2015).

"Entre dichas aristas señala la existencia de grupos sociales que exigen la aparición con vida de los estudiantes, así como de la delincuencia organizada que presuntamente estuvo inmiscuida en dichos acontecimientos, por lo que proporcionar la ubicación actual de los soldados pone en peligro su integridad y sus vidas.

"La respuesta de la Sedena, la cual fue convalidada en sesión pública por el pleno del Instituto Nacional de Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai), señala que dicha información fue reservada, por lo que no podrá ser pública antes de 12 años".


Ref.: 2015, elektron 15 (294) 1-4, 24 octubre 2015, FTE de México.
Protesta en Chilpancingo frente a la Policía Federal. FOTO: Cuartoscuro

¡Alto a las desapariciones forzadas!






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