Volumen 15, Número 299, enero 13 de 2015
 


SHCP quita 50 mil millones a Pemex



El crudo mexicano de exportación cerró 2014 a 45.85 dólares por barril. El nuevo año empezó a 44.81 dólares. Los últimos 6 meses han sido de drástica caída. La economía está blindada, había asegurado Videgaray. Antes de finalizar el año, Pemex informó que había transferido al gobierno federal 50 mil millones de pesos. La finalidad es realizar un manejo más eficiente de los activos financieros, se dijo. Pero esa extracción de capital es para resarcir las pérdidas de una economía petrolizada. No hay rectificación posible, la medida se basa en la reforma privatizadora de Peña. El erario está mermado, la deuda sigue creciendo y la crisis se profundiza.


Las revelaciones de la prensa nacional son ilustrativas.


Gobierno le quita a Pemex 50 mil millones de pesos

Petróleo Mexicanos transfirió al Gobierno federal 50 mil millones de pesos, informó la empresa productiva del Estado en un comunicado a la Bolsa Mexicana de Valores (Meana S., Rodríguez K., en El Financiero, 26 diciembre 2014).

“La Secretariìa de Hacienda y Creìdito Puìblico fijoì un aprovechamiento para la Nacioìn a cargo de Petróleos Mexicanos, cuyo pago se efectuoì en diciembre de 2014”, señala el documento.

De acuerdo con la empresa, esta transferencia tiene la finalidad de realizar un manejo maìs eficiente de los activos financieros del sector puìblico federal.

Gonzalo Monroy, analista de la consultora energética GMEC, explicó que para Hacienda la extracción de capital de Pemex no tiene un efecto importante, pero para la petrolera sí puede tener un impacto.

"Contablemente dentro de todos los requerimientos del sector público, están registradas las empresas productivas del estado, como Pemex y CFE, entonces lo que está haciendo el Gobierno, es como se dice coloquialmente, pasar dinero de una bolsa a otra, porque a pesar de ser empresa productiva del Estado, al final es una empresa del Estado, pero para Pemex si habría un impacto al restarle capital", anticipó el experto.

Refirió que es posible que el dinero que tomó Hacienda de Pemex sea para hacer frente a los compromisos no cubiertos del último mes del año.

"La verdad es que no tendría mucho sentido la emergencia, porque para el 2015 ya tenemos las coberturas para protegernos con un precio bajo", consideró.

Monroy explicó que existe un antecedente en los ochentas, cuando el Gobierno retiró capital de Pemex, para hacer frente a sus pagos.

"El gobierno en plena crisis de pagos tomó parte del patrimonio de Pemex para hacer frente sus compromisos de la deuda externa", recordó.

Agregó que por años una preocupación en Pemex ha sido el deterioro de su capital de tal suerte que incluso en los noventas el Gobierno recapitalizó a la petrolera con la finalidad de fortalecerla y que ahora se haga justamente a la inversa, no daría una buena señal.

"Esto termina neutralizando un poco los argumentos de que Pemex iba a tener un mejor balance financiero, un mejor capital, ahorita lo que finalmente nos damos cuenta es que para el Gobierno Federal, primero está el Gobierno Federal", aseveró.

Caída de la renta petrolera

De acuerdo con el reporte más reciente sobre finanzas y deuda públicas dado a conocer por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), los ingresos petroleros se redujeron 3.5 por ciento entre enero y noviembre del año que termina hoy, lo que provocó un déficit presupuestal de 461 mil 300 millones de pesos (en La Jornada, 31 diciembre 2014).

La dependencia atribuyó tal fenómeno a la caída en la producción de hidrocarburos –3.1 por ciento menos de crudo y 1.8 por ciento menos de gas natural– con respecto al año anterior y a la disminución de las cotizaciones del crudo en los mercados internacionales. Tales cifras no reflejan, sin embargo, la parte más grave del derrumbe de los precios petroleros en el mundo (más de 50 por ciento), toda vez que ésta ha ocurrido en los últimos cuatro meses del año. Será, por tanto, en 2015, cuando esa reducción haga sentir lo peor de sus efectos en la economía nacional y en las finanzas públicas.

A lo anterior debe sumarse la volatilidad que impera en el mercado cambiario, en el que el peso ha experimentado una fuerte depreciación en las semanas recientes, así como el desmesurado incremento de la deuda externa, la cual se incrementó en cerca de 10 por ciento en un año, para alcanzar la suma de 145 mil millones de dólares.

En este contexto, la reactivación de la economía estadunidense no es necesariamente una buena noticia, pues podría generar una salida de capitales hacia el país vecino y aumentar de esa forma la incertidumbre con respecto a las perspectivas de la economía nacional.

En suma, el saldo del año que termina arroja indicadores como un erario mermado, un peso en disminución ante el dólar, un endeudamiento nacional e internacional incrementado y, por tanto, un achicamiento en las perspectivas de recuperación económica para 2015.

Si a este panorama se agrega la crisis institucional que enfrenta el país a consecuencia de la agresión contra estudiantes normalistas en Iguala, y las persistentes violencia e inseguridad, se obtiene un cuadro de preocupante fragilidad para la economía y las finanzas nacionales y una perspectiva por demás incierta para la realización de la reforma energética operada por la administración en curso y para la continuidad del modelo económico en su conjunto.

El momento hace necesario, en suma, que el gobierno federal emprenda una rectificación en las políticas neoliberales impuestas al país desde hace tres décadas, que realice un viraje en la conducción económica y dé marcha atrás en la reforma energética.

Si a la reducción de la renta petrolera por factores externos e imponderables se suma la transferencia de una porción sustancial de esa renta a empresas privadas nacionales y extranjeras, la debilidad de la finanzas públicas redundará, de manera inevitable, en una debilidad política y social del Estado y en un nuevo angostamiento de la gobernabilidad.

Cabe esperar que los responsables de la conducción nacional logren darse cuenta a tiempo y actúen en consecuencia.

Caída en los ingresos petroleros

La caída en los precios de la mezcla de crudo de exportación de México provocó que los ingresos petroleros del gobierno federal cayeran 3.5 por ciento entre enero y noviembre de este año. Esto a su vez, influyó en un déficit presupuestal de 461 mil 300 millones de pesos entre enero y noviembre de este año, el cual representó un deterioro de 198 mil 365.3 millones si se contrasta contra el déficit de 262 mil 893.1 millones del mismo periodo de 2013, reportó la Secretaría de Hacienda (Cardoso V., en La Jornada, p.25, 31 diciembre 2014).

Al dar a conocer el reporte sobre las Finanzas Públicas y la Deuda Pública a noviembre de 2014, la dependencia informó: “Los ingresos petroleros –que comprenden los ingresos propios de Pemex, el IEPS de gasolinas y diesel, los derechos sobre hidrocarburos y el impuesto a los rendimientos petroleros– se ubicaron en un billón 99.4 mil millones de pesos y resultaron inferiores en 3.5 por ciento en términos reales a los del mismo periodo de 2013. Este resultado se explica por la menor producción de petróleo, en 3.1 por ciento respecto al año anterior; por la menor producción de gas natural, en 1.8 por ciento respecto a igual periodo de 2013; y por el menor precio promedio de exportación de la mezcla mexicana de petróleo, de 91.9 dólares por barril (dpb) comparado con 99.7 dpb durante el mismo periodo de 2013. Estos efectos se compensaron parcialmente con el mayor precio del gas natural, en 21.5 por ciento, en el lapso referido”.

No obstante esa situación, la Secretaría de Hacienda ponderó que los ingresos presupuestarios totales del sector público ascendieron a 3 billones 543 mil millones de pesos, que resultó una cifra superior en 3.5 por ciento en términos reales (descontada el efecto de la inflación) a la registrada en el mismo periodo del año pasado.

Eso fue particularmente sustentado por los ingresos tributarios no petroleros, los cuales sumaron 1 billón 651 mil 400 millones de pesos, cifra superior en 6.3 por ciento real a la de los mismos meses de 2013, “y en 91 por ciento, una vez que se ajusta por el efecto del programa ‘Ponte al Corriente’ (facilidades para que los contribuyentes con adeudos pudieran regularizar su situación fiscal). En el primer semestre de 2013 dicho programa aumentó la base de comparación de estos ingresos en 38 mil 853 millones de pesos”.

Por el lado del endeudamiento que afronta el sector público mexicano, la Secretaría de Hacienda informó que el débito interno se ubicó en 4 billones 651 mil 700 millones de pesos al cierre de noviembre, lo que significó un aumento de 420 mil 800 millones de pesos, mientras que en el caso de la deuda externa neta fue de 145 mil 500 millones de dólares, una cantidad superior en 14 mil 500 millones de dólares respecto del cierre de 2013. Calculada en moneda nacional el total de la deuda, interna y externa se eleva a 6 billones 647 mil 716.7 millones de pesos.

No obstante, el llamado saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público, que es el concepto más amplio de la deuda de las entidades del gobierno federal, así como de estados y municipios y órganos desconcentrados, se elevó entre enero y noviembre de este año a 7 billones 152 mil 245.6 millones de pesos. Esta cifra equivale a poco más de 41 por ciento del producto interno bruto (PIB) calculado para 2014.

Deploran tomas de capital de Pemex

La decisión sorpresiva del gobierno mexicano de despojar a Petróleos Mexicanos de tres mil 300 millones de dólares está alarmando a los bonistas LM Capital Group e Investment Placement Group (en El Financiero, 2 enero 2014).

La Secretaría de Hacienda anunció el 26 de diciembre que tomó el dinero, reduciendo las tenencias de efectivo de Pemex hasta un mínimo en 12 años de 48 mil millones de pesos (tres mil 300 millones de dólares). Los rendimientos de los bonos de referencia de Pemex con vencimiento en 2022 superaron la media de los mercados emergentes el año pasado, entregando un 6.6 por ciento a los inversores partiendo de la suposición de que la iniciativa del país para atraer inversión privada al sector energético reducirá la carga tributaria de la compañía.

Para LM Capital e Investment Placement Group, la medida constituye una apropiación de efectivo por parte del gobierno para compensar una caída de los ingresos de la empresa a raíz de un derrumbe de los precios del petróleo y del 10° año consecutivo de producción en baja. Durante los 11 primeros meses de 2014, los impuestos pagados por Pemex bajaron 22 por ciento respecto del mismo período de 2013. El gobierno depende de Pemex para financiar aproximadamente un tercio del presupuesto nacional.

“Nunca es bueno para los bonistas ver un retiro” de efectivo, dijo por teléfono Luis Maizel, que colabora en la gestión de cinco mil millones de dólares de valores de renta fija en LM Capital, con sede en San Diego. “Lo que más me preocupa es ver que el gobierno está tan desesperado por dinero que tuvo que echar mano de cualquier recurso”.

Pemex no respondió a correos electrónicos de consulta sobre el traspaso. El subsecretario de Hacienda, Miguel Messmacher, dijo en una entrevista telefónica que el retiro estuvo vinculado a la caída en la producción de crudo.

Los dos mil 100 millones de dólares en pagarés al cuatro mil 875 por ciento con vencimiento en 2022 de Pemex subieron el año pasado 1.83 por ciento hasta 104.29 centavos por dólar, empujando el rendimiento hasta 4.17 por ciento, muestran datos recopilados por Bloomberg. El retorno medio para deuda de mercados emergentes en ese período fue 4.9 por ciento.

El precio del crudo mexicano se desplomó 50 por ciento en 2014 hasta un mínimo en cinco años de 46.27 dólares el barril. Pemex dijo que produjo 2.43 millones de barriles diarios en 2014, un 3.6 por ciento menos que el año anterior.


Ref: 2015, elektron 15 (3) 1-4, 3 enero 2015, FTE de México.



La caída en los petroprecios se debe a la sobreproducción existente de petróleo crudo.
En México, el gobierno propone aumentar la producción y exportación.



Fracking en Colorado. La oferta estadounidense de oil/gas shale ha aumentado.
En México, el gobierno pretende depredar a las zonas norte y golfo





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