Volumen 14, Número 295, noviembre 15 de 2014
 


¡Fue el Estado! ¡Fuera Peña!



Las escuelas y facultades de la UNAM y otras universidades declaran un paro de 72 horas en solidaridad con los normalistas de Ayotzinapa. Por la tarde se realizó una gran marcha en la capital del país. La movilización se extiende a 22 de los 32 estados. La indignación es patente y creciente, 40 días después de la desaparición de 43 estudiantes, el asesinato de 3 y un número indeterminado de lesionados en Iguala, Guerrero.


Se extiende el movimiento

Cayó el gobernador Aguirre (PRD) y nada; el gobierno detuvo a José Luís Abarca, exalcalde de Iguala (PRD), y nada. Este fue recluido en el penal de alta seguridad del Altiplano sin que siquiera se le hubiera acusado de la desaparición de los normalistas. ¿Qué pasa? Que el gobierno, en sus tres niveles, es incapaz de garantizar la convivencia pacífica. No solo el gobierno sino el Estado mismo han sido rebasados por el crimen

En este contexto el gobierno implicó al PRD con el narco, intensificando el desprestigio de este partido en los medios. Peña estaba muy interesado en deshacerse del gobernador y munícipe perredistas. Solo después de lograrlo fue que la PGR atrajo el caso. Y, tampoco nada.

Como no se había visto en los años recientes la indignación corrió por las universidades del país. En la UNAM es donde la respuesta ha sido contundente. La demanda de presentación con vida de los 43 desaparecidos se generalizó. En México y en el mundo se suscitaron acciones de movilización y protesta.

En pocos días el movimiento superó al de #YoSoy132. En ambos casos, la crítica a Peña Nieto ha sido directa. Esta vez, los estudiantes de la UNAM declararon el paro de 72 horas, a partir del 5 de noviembre, en prácticamente todas las escuelas y facultades.

Por la tarde se realizó una gran marcha hacia el Zócalo. Más de cien mil acudieron de diversas instituciones educativas: UNAM, UAM, IPN y otras. Una movilización similar no se veía desde la huelga universitaria de la UNAM de 1999. Por su extensión, el movimiento ha llegado a la mayor parte del país, más que en 1968. Los objetivos son sencillos: expresar la solidaridad con los normalistas de Ayotzinapa.

Esta escuela normal rural se ha caracterizado por una larga tradición de lucha. Organizados en la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas, el movimiento se ha sostenido durante décadas. Muchas veces han enfrentado la represión. Pero esta vez, se han alcanzado proporciones sin precedentes. Las manifestaciones de solidaridad también son de condena al Estado y a sus tres niveles de gobierno. No podía ser de otra manera, estos han demostrado tener poca o nula credibilidad por su incapacidad.

Hay justificada ira estudiantil

El movimiento de solidaridad de la UNAM y otras universidades con Ayotzinapa coincide con el paro indefinido decretado por la comunidad estudiantil del Instituto Politécnico Nacional (IPN). De ambas instituciones asistieron contingentes a la marcha del 5 de noviembre.

Dos consignas fueron destacadas en la movilización: ¡Fue el Estado! y ¡Fuera Peña!, coreadas por los diversos contingentes en un consenso muy claro.

Las consignas son muy buenas y apropiadas para una marcha o mitin. Claro que, para realizarlas, se requiere mucho más. La primera consigna es frontal, directa y certera; la segunda, es específica y sin rodeos. Hasta allí, muy bien. Hace falta, sin embargo, mayor explicación.

El estado es el responsable número uno por ser el aparato separado de la sociedad encargado de administrar la violencia contra el pueblo. En el presente caso, se sugiere la tesis italiana, según la cual, no existe crimen sin el apoyo del Estado. De hecho, en los últimos años el país ha estado inmerso en una guerra no declarada entre las fuerzas armadas del Estado y el llamado crimen organizado. Esto se confunde en la medida que el Estado representa al crimen organizado, precisamente. De hecho, el crimen es parte de la política del Estado. Siempre ha sido así.

En el presente caso, el Estado en su conjunto es el responsable de la desaparición de los 43 normalistas, uno por no garantizar la seguridad de los mexicanos y, dos, por auspiciar la violencia y el crimen. La responsabilidad incluye a los tres niveles de gobierno (federal, estatal y municipal), así como, a los poderes legislativo y judicial, todos responsables de la misma política antinacional en todos los aspectos.

El Estado ha llevado a la sociedad mexicana a la descomposición social. Por ello, los estudiantes la identifican con nombre y apellido, y piden su corrección: ¡Fuera Peña!

Dicho en las marchas, eso suena muy bien pero concretarlo no es tan sencillo. Peña está sostenido por el propio imperialismo, transnacionales, empresarios, medios de comunicación y fuerzas armadas. Sacarlo es correcto, no solamente por represor sino por traidor a la nación. Sin embargo, nos sigue faltando lo principal: no estamos debidamente organizados a nivel de todo el país. En la medida en que la ira cristalice en organización y en programa podremos avanzar.

Por ahora, los estudiantes han puesto la cuestión en sus justos términos. Falta mucho por hacer pero no se puede pedir todo a los estudiantes y padres de familia. El movimiento obrero sigue siendo inexistente, nadie dice nada, el charrismo sindical mantiene ahogados a los trabajadores, corporativizados con el Estado.

Vivos se los llevaron, vivos los queremos

La consigna es intragable para el gobierno. ¿Qué puede decir Peña? ¿Que no los quiere vivos? ¿Por qué, entonces, no encuentran a los desaparecidos?

¡Paro nacional! fue otra consigna. El paro fue propuesto, en principio, para el 20 de noviembre próximo

La marcha fue encabezada por los padres de familia y estudiantes de Ayotzinapa.

La prensa señaló que, en las mantas se plasmó la imaginación estudiantil para recrear al México sangriento que perciben de mil y una formas. Los rostros de los 43 desaparecidos se observan en los varios kilómetros de extensión que tuvo la marcha, que comenzó después de las cuatro de la tarde cerca de Los Pinos (metro Auditorio). Ciento veinte mil, afirman los organizadores. Cuando la vanguardia llegó al Zócalo, a las 18:30 horas, la retaguardia apenas trasponía la Estela de Luz, convertida en herencia calderonista de su violenta gestión (Olivares E., Urrutia A., en La Jornada, p.4, 6 noviembre 2014).

A cada paso que los padres daban el apoyo social se multiplicaba. Fueron miles los que sólo se posaron sobre las banquetas de Reforma para ver el paso de la rebelión. Con el puño izquierdo en alto, cuando identificaban a los familiares de los normalistas, el grito era uno solo: “¡No están solos, no están solos!”

Bloqueos carreteros en Guerrero

Miles de maestros, estudiantes universitarios y campesinos bloquearon, al iniciarse el paro de 72 horas convocado por la Asamblea Nacional Popular, las carreteras federales que comunican a los municipios guerrerenses de Mochitlán, Tierra Colorada, Quechultenango, Chichihualco, Tlapa, Tixtla, Huamuxtitlán, Olinalá, Ometepec, Cruz Grande, Atoyac, Coyuca de Benítez, Chilpancingo, Acapulco y Zihuatanejo, para exigir la presentación con vida de los 43 normalistas desaparecidos. Proliferaron las consignas en contra del ex gobernador Ángel Aguirre Rivero y del mandatario interino, Rogelio Ortega Martínez (Morelos R., Ocampo S., Briseño H., en La Jornada, p.6, 6 noviembre 2014).

Los inconformes bloquearon por más de cinco horas todas las carreteras federales que cruzan Guerrero, incluidas la autopista del Sol México-Acapulco, la Acapulco-Pinotepa Nacional y Acapulco-Zihuatanejo, lo que afectó a miles de personas.

A partir de las 7 de la mañana, unos cien integrantes de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Policía Comunitaria La Patria es Primero, apoyados por padres de familia y normalistas de Ayotzinapa, bloquearon las salidas y accesos a la ciudad de Tixtla.

Entre las 11 y las 16 horas, contingentes de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México bloquearon la Autopista del Sol, a la altura del hotel Parador del Marqués.

Las movilizaciones que causaron más complicaciones fueron las de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (Ceteg), en el crucero que lleva a los municipios de Iguala, Leonardo Bravo, Tixtla y la ciudad de México, y en el que va al puerto de Acapulco, que impidieron el paso a miles de automovilistas. En la zona de la Montaña hubo protestas en Tlapa, y una caravana recorrió los municipios de Huamustitlán, Cualác y Olinalá.

Más de 70 mil estudiantes, maestros y trabajadores administrativos de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) iniciaron un paro de labores de 72 horas en las instalaciones centrales de la casa de estudios en Chilpancingo y otras localidades.

En Acapulco, unos 300 estudiantes de la unidad académica de medicina de la UAG marcharon por avenidas del puerto. Como medida de seguridad, los jóvenes no utilizaron capuchas, para evitar ser infiltrados.

Por separado, entre las 11 y 15 horas, integrantes del Movimiento Popular Guerrerense, de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero, así como del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositores a la Presa La Parota, efectuaron un bloqueo sobre la carretera federal Acapulco-Pinotepa, en las inmediaciones de San Pedro Cacahuatepec, localidad perteneciente a los bienes comunales de Cacahuatepec, cerca del río Papagayo.

Paro en 80 escuelas y facultades

La indignación por el “crimen de Estado” contra los normalistas de Ayotzinapa no disminuye. Estudiantes de más de 80 escuelas y facultades de instituciones de educación superior volvieron a paralizar prácticamente la actividad académica para demandar la presentación con vida de los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala, Guerrero (Olivares E., Urrutia A., Sánchez A., Román J.A., en La Jornada, p.7, 6 noviembre 2014).

Exigen además castigo a los responsables del ataque contra los normalistas la noche del 26 de septiembre, que también dejaron seis personas asesinadas.

Estudiantes de las universidades Nacional Autónoma de México (UNAM), Autónoma Metropolitana (UAM), Pedagógica Nacional (UPN), Autónoma de la Ciudad de México (UACM) e Iberoamericana (UIA), así como de El Colegio de México (Colmex) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN), entre otras casas de estudio, se sumaron a la tercera Jornada Nacional y Global de Acción por Ayotzinapa, con paros de 24 a 72 horas o activos, entre otras acciones.

Facultades de la UNAM en las que tradicionalmente no existe gran movilización también suspendieron labores, como las de Medicina, Odontología, Química y Medicina Veterinaria y Zootecnia, que aprobaron un paro por 24 horas.

También se inició un paro de 24 horas en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos y las preparatorias tres, cuatro, seis y ocho, así como en la Coordinación de Estudios de Posgrado de la UNAM y la Facultad de Psicología. Al de 48 horas se sumaron las facultades de Artes y Diseño, Ingeniería, de Estudios Superiores Acatlán y el Campo uno de Cuautitlán.

Suspenden labores por 72 horas las escuelas nacionales de Trabajo Social, de Enfermería y Obstetricia y de Música; las facultades de Ciencias, Economía, Filosofía y Letras, Ciencias Políticas y Sociales y de Estudios Superiores Aragón y Zaragoza; los planteles Sur, Vallejo y Azcapotzalco del Colegio de Ciencias y Humanidades y las preparatorias uno, dos, cinco y siete.

Estudiantes de la Facultad de Derecho informaron que aunque en esta ocasión no se movilizaron para votar el paro, las autoridades de esa entidad académica la cerraron, al argumentar razones de seguridad.

Se sumaron a estas acciones las unidades Cuajimalpa (48 horas), Azcapotzalco, Iztapalapa y Xochimilco (72 horas) de la UAM, la UPN campus Ajusco, planteles de la UACM, la Universidad Autónoma Chapingo y la de Zacatecas, entre otras.

Se desplegaron brigadas informativas en calles, transporte público y estaciones del Metro. Estudiantes del bachillerato universitario y de escuelas superiores repartieron volantes. Demandaron, en algunos casos, como en la estación del Metro Pantitlán, la salida de Enrique Peña Nieto de la Presidencia.

En sus consignas responsabilizaron al gobierno federal de la situación de violencia en Guerrero y cuestionaron la incapacidad federal y estatal para localizar a los 43 normalistas.

En Ciudad Universitaria, en la explanada de la rectoría, jóvenes manifestaron su inconformidad por las declaraciones del rector José Narro de que los hechos de Ayotzinapa eran un “asunto del estado de Guerrero”. Por ello, pintaron con grandes letras blancas la leyenda “Fue el Estado”.

La UPN inició la noche del martes un paro de labores de 72 horas. El Colmex, por primera ocasión desde el movimiento del 68, realizó una suspensión de actividades de 24 horas de actividades académicas. Las tareas administrativas continúan de manera regular.

Alumnos de la UPN tomaron la caseta de peaje de Tlalpan; las aportaciones de los automovilistas se entregarán a familiares de los desaparecidos.

Estudiantes de la Asamblea General de la UPN informaron que mañana viernes, junto con estudiantes de la UACM plantel Tezonco, iniciarán una caravana a Ayotzinapa para expresar su solidaridad a familiares de los normalistas y entregar víveres.

El rector de la UPN, Tenoch Esaú Cedillo Ávalos, envió oficios al gobernador interino de Guerrero, Rogelio Ortega, y a seguridad pública federal para notificar la realización de la caravana estudiantil, con el fin de que se les brinde seguridad.

Solidaridad en 22 estados

Con paros, performances, actividades culturales, bloqueos, marchas y otras manifestaciones, miles de estudiantes y trabajadores de la educación de 22 estados se unieron a la jornada nacional en demanda de la presentación con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa y castigo a los responsables materiales e intelectuales de los asesinatos cometidos en Guerrero (en La Jornada, p.7, 6 noviembre 2014).

Activistas señalaron que a pesar de la detención del ex presidente municipal de Iguala José Luis Abarca y de su esposa, la demanda para el Estado mexicano aún es la presentación de los 43 desaparecidos.

Las sedes de los partidos de la Revolución Democrática, Revolucionario Institucional y Acción Nacional en San Luís Potosí amanecieron pintadas con leyendas como “Asesinos”, “Vivos los 43, “Fuera EPN” y “Vivos los queremos”.

Cientos de estudiantes de Veracruz, Xalapa, Córdoba, Poza Rica, Coatzacoalcos y Tuxpan realizaron manifestaciones en esas ciudades. Los normalistas de Tuxpan guardaron 43 minutos de silencio. En el puerto jarocho, casi 300 muchachos corearon del uno al 43. Exigieron justicia y que renuncie Peña.

Cuando los manifestantes se encontraban en Plaza Lerdo, de Xalapa, un grupo de encapuchados ajenos al contingente prendió fuego a las puertas del palacio de gobierno. El incidente quedó en un flamazo que un guardia de seguridad apagó de inmediato con un extintor.

En Durango, estudiantes de la Normal J. Guadalupe Aguilera retuvieron 25 vehículos oficiales y de empresas privadas, en demanda de que los empresarios presionen al gobierno federal para que acelere la búsqueda de los desaparecidos. Tras varias horas entregaron sólo los automotores oficiales.

El padre de José Luís López, uno de los 43 desaparecidos, recordó que “a los 15 días de que se los llevaron fuimos a pedir ayuda al gobierno federal, y nos dijeron que eso correspondía al gobierno del estado, y si el gobierno quiere guerra, guerra tendrá, porque no se llevaron a unos animalitos”.

Alumnos del Centro Regional de Educación Normal de Oaxaca marcharon al zócalo de la ciudad con veladores y antorchas. Estudiantes de la Universidad Autónoma Benito Juárez tomaron Ciudad Universitaria. Normalistas del Istmo colectaron víveres para familiares de los 43 normalistas. Por la tarde, unos 500 profesores realizaron un mitin en Juchitán.

Estudiantes de la Universidad Autónoma Chapingo, apoyados por profesores, cerraron las instalaciones y ocuparon Radio Chapingo para transmitir mensajes de apoyo a Ayotzinapa. En Ecatepec, alumnos de preparatoria formaron con sus cuerpos la palabra “Ayotzi”.

Profesores de Chiapas bloquearon durante unas seis horas 10 puntos de la entidad, informó la sección 7 del sindicato magisterial. La Secretaría de Educación estatal afirmó que “sólo en Tuxtla Gutiérrez, Tapachula y San Cristóbal se realizaron los cierres”.

Al paro nacional y a otras manifestaciones se unieron estudiantes de Aguascalientes, Baja California, Chihuahua, Coahuila, Colima, Guanajuato, Querétaro, Quintana Roo, Tlaxcala, Hidalgo, Michoacán, Nayarit, Zacatecas, Yucatán y Sonora.

En Tampico, Tamaulipas, simpatizantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional realizaron un plantón. Juan Carlos Silva Morales, adherente de la Sexta declaración de la Selva Lacandona, dijo que activistas del sur del estado han recibido información proveniente de Iguala, según la cual los 43 normalistas podrían estar vivos y exigen al gobierno actuar con audacia para liberarlos.

Narcogobierno daña a México

Coreando “normalista, hermano, Nueva York está a tu lado”, manifestantes ocuparon la calle frente al consulado de México en esta ciudad, en un acto de desobediencia civil que obligó a las autoridades a cerrar la circulación y arrestar a tres activistas (Brooks D., en La Jornada. p.9, 6 noviembre 2014).

Gritos en inglés y español de “gobierno, farsante, que matas estudiantes” y “Ayotzinapa, aguanta, Nueva York se levanta” retumbaron contra el edificio del consulado en la calle 39, en el centro de Manhattan, en una manifestación realizada en solidaridad con las movilizaciones y paros nacionales en México.

Después de discursos de líderes comunitarios, religiosos y académicos, en la banqueta frente al consulado un joven colocó una silla estudiantil en medio de la calle y se sentó con un letrero en que se leía “Pienso, luego me desaparecen”. De inmediato, ante la sorpresa de la policía, decenas más ocuparon la calle, obstaculizando el tránsito.

Levantando manos manchadas de rojo, con carteles de imágenes de los 43 desaparecidos, corearon: “vivos se los llevaron, vivos los queremos” y, en inglés, “somos estudiantes, somos maestros, muertos por un narcoestado”.

La policía decidió cerrar la calle y permitir que procediera la acción por un tiempo, pero cuando algunos se acercaron e intentaron ingresar al consulado, dos fueron arrestados. Otro activista fue detenido cuando rechazó la orden de despejar la calle. Los participantes –entre ellos migrantes mexicanos, estadunidenses, argentinos, puertorriqueños y chilenos– continuaron su protesta y ampliaron su número esta noche a unos 100 que mantuvieron una vigilia, donde también hubo canto y baile.

“Allá dentro dicen que esta protesta daña la imagen de México, pero lo que daña esa imagen es el narcogobierno de México, y no sólo con el caso de estos 43, sino de miles de casos de desaparecidos, como las mujeres de Juárez, donde nada se ha resuelto. Bueno, ahora la gente será quien resuelva”, declaró ante los manifestantes el reverendo Luís Barrios, profesor de la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY) y veterano activista en la comunidad latina.

La profesora Diana Taylor, de la Universidad de Nueva York, afirmó que lo ocurrido en México es “responsabilidad no sólo del gobierno de México, sino también del de Estados Unidos”, tanto por la asistencia y capacitación militar que ha brindado a México como por el comercio de drogas y armas. Indicó que “la violencia que antes se hacia bajo dictaduras en América Latina ahora continúa bajo la máscara del neoliberalismo”.

Participantes en esta acción, convocada entre otros por Pastores por la Paz, el Movimiento Nuevo Santuario y #YoSoy132NY, prometieron que no será la última y que se está multiplicando la preocupación entre diversos sectores en este país. Afirmaron que “esto va pa’ largo”.

Enjuiciamiento colectivo

Si el Estado no está directamente implicado debe demostrarlo. Hasta ahora no lo ha hecho. Su información es contradictoria, mal hecha y limitada. Eso ha motivado, con razón, que se le someta a severo enjuiciamiento. Peña se ha tardado demasiado en reaccionar y lo ha hecho erráticamente.

Si esto lo hace ahora, ¿qué no hará en favor de las corporaciones en cuanto empiece la invasión que auspició con las reformas legislativas?

De hecho, al entregar el patrimonio energético de la nación al imperialismo, traicionó a la nación. ¿Por qué no habría de traicionar a los estudiantes? Peña Nieto renunció explícitamente a gobernar para los mexicanos. Sería un error seguirlo reconociendo. Con sus hechos ha demostrado, una y otra vez, que su interés no es con el pueblo sino contra este. Lo demás es solo discurso e imagen, cuestiones cada vez más insuficientes.


Ref: 2014, elektron 14 (267) 1-8, 7 noviembre 2014, FTE de México.



Manifestación en solidaridad con los normalistas en Acapulco FOTO: V. Camacho



Marcha con los normalistas de Ayotzinapa en Chilpancingo FOTO: Cazaimagen



Bloqueo carretero en Chiapas por Ayotzinapa FOTO: E. Henríquez



Manifestación por normalistas en Guadalajara FOTO: A. Campos



Facultad de Medicina de la UNAM en paro FOTO: C. Ramos



Zócalo de la ciudad de México el 5 noviembre de 2014 FOTO: R. García





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