Volumen 13, Número 260, agosto 25 de 2013
 


México: La resistencia fragmentada



Cuando llegaron los españoles estábamos divididos, ya pasaron 500 años y seguimos igual o peor. El contrario se impone con la colaboración de oportunistas y traidores. De las llamadas “izquierdas” no se hace una. Por la vía de las Cámaras la lucha está perdida. El FTE propone la movilización en las calles y plazas públicas de todo el país, así como la construcción de una organización propia a nivel nacional. En el momento proponemos la bandera de la Política Energética Independiente.


Reforma constitucional regresiva

En el momento actual, los mexicanos enfrentamos la más seria afrenta de los últimos 100 años, tal vez, más. El gobierno presidido por Enrique Peña Nieto ha decidió poner fin a la Expropiación petrolera de 1938 y a la Nacionalización eléctrica de 1960. De un solo manotazo se entregaría a las transnacionales el patrimonio energético de la nación.

La situación es muy seria. Los artículos 27 y 28 constitucionales serán reformados regresivamente. El Estado renuncia explícitamente a ejercer el control sobre Pemex y la CFE para dar entrada al capital privado en las actividades estratégicas en materia petrolera y eléctrica.

Sí, de acuerdo a las reformas al artículo 27 constitucional, párrafo 6º actual, se suprimirá la prohibición para otorgar contratos en materia petrolera a través de los llamados “contratos de utilidad compartida”, pagados con dinero o en especie, esto es hidrocarburos.

De acuerdo a las reformas al artículo 28 constitucional, párrafo 4º, tanto los hidrocarburos como la electricidad se eliminan como actividades “estratégicas”, a cargo exclusivo del Estado. Consecuentemente, el capital privado podrá intervenir en todas las fases del proceso de trabajo con los hidrocarburos y del proceso de trabajo eléctrico.

Esto es, serán privatizadas la exploración y producción de petróleo y gas, la refinación de petróleo crudo, el procesamiento de gas, la elaboración de productos petrolíferos, la industria petroquímica en su totalidad, incluyendo el transporte, distribución y almacenamiento de gas natural, gas LP, los petrolíferos, petroquímicos y agrocombustibles.

En el caso eléctrico, sería la privatización de la generación eléctrica en su totalidad, cualesquiera sea la fuente energética primaria, renovable o no renovable, excepto la energía nuclear. Los generadores privados, adicionales a los actuales, transportarán y distribuirán su energía a través de las redes eléctricas nacionales puestas por el gobierno a su servicio, y comercializarán la energía con cualquier usuario.

Sería la entrega total del patrimonio energético de la nación al imperialismo.

Conquistas de la nación

Cuando la industria petrolera fue rescatada para la nación, en las grandes jornadas de 1938, los trabajadores y el pueblo de México fueron activos protagonistas. Los petroleros de la época habían formado un sindicato nacional de industria, el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) luego de enormes luchas que costaron mucha sangre pues muchos petroleros fueron asesinados por las “guardias blancas” de las compañías petroleras extranjeras. La huelga petrolera de 1937 desembocó en la Expropiación petrolera de 1938.

Con gran entusiasmo, trabajadores y pueblo de México se volcaron en las calles en apoyo a la medida expropiatoria.

En el caso eléctrico, los trabajadores electricistas de la Federación Nacional de Trabajadores de la Industria y Comunicaciones Eléctricas (FNTICE) llevaron a cabo una intensa lucha por el interior del país que culminó con la nacionalización. De inmediato, la FNTICE sacó dos conclusiones importantísimas: una, hacer la unidad sindical y, otra, integrar a la industria eléctrica nacionalizada.

En el primer caso, la FNTICE se transformó de 35 sindicatos de empresa en el Sindicato de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (STERM), formado como sindicato nacional de industria, mismo que daría lugar al SUTERM.

En el segundo caso, logramos la integración del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) en un solo Sistema Interconectado Nacional (SIN), así como la unificación de frecuencia y reorganización del trabajo.

Esto es, los dos casos representan una conquista de los trabajadores y pueblo de México.

Sin una fuerza social organizada, los procesos nacionalistas se estancan e, incluso, retroceden

Mientras los trabajadores estuvimos al frente de la acción organizada, el sector energético nacionalizado funcionó; después, sin la intervención obrera organizada, fracasó.

La represión contra los petroleros empezó muy pronto. La expropiación petrolera fue en 1938. Enseguida, Lázaro Cárdenas puso a la industria petrolera en manos del sindicato en la llamada “Administración obrera” que pronto terminó en estrepitoso fracaso. Lo mismo había hecho Cárdenas en 1937, cuando fueron expropiados los Ferrocarriles Nacionales de México, con los mismos pésimos resultados de la “administración obrera”:

Fue un grave error de los trabajadores que, se convirtieron en dobles personajes: frente a los trabajadores representaban al patrón y frente a éste a los primero. Ese doble juego solo podía terminar en el fracaso. Al siguiente año de la Expropiación, los petroleros de Azcapotzalco y de Ciudad Madero se inconformaron y pidieron aumento de salarios. La respuesta de Cárdenas fue inmediata enviando las tropas de soldados contra los obreros.

Cárdenas, en una gran confusión, quiso poner la administración en manos del sindicato petrolero. Ya tenía la experiencia fallida anterior. Al final eso sirvió para desprestigiar y reprimir al STPRM.

Después hubo luchas esporádicas y aisladas de los petroleros. En alguna ocasión se logró incorporar a la mayoría de las secciones sindicales. Pero siempre se impuso la represión. Las administraciones en turno de Pemex y los líderes charros coludidos se encargaron literalmente de ahogar cualquier intento de lucha. Hoy, lo que existe es la pulverización total, en todas partes existe un control férreo por parte del charrismo sindical.

Sin oposición, en 1995, fue reformada la Ley Reglamentaria del Artículo 27 en el Ramo del Petróleo para empezar la privatización petrolera furtiva.

En el sector eléctrico, la represión político-militar contra la Tendencia Democrática del SUTERM fue definitiva. Con ello se interrumpió la nacionalización eléctrica. Más adelante, en 1992, esta sería revertida cuando Salinas de Gortari reformó regresivamente a la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica (LSPEE) que habíamos conquistado en 1975.

Empezó, entonces, la privatización eléctrica furtiva.

Privatización furtiva

Los gobiernos en turno llevan ya más de 20 años de destrucción sistemática de Pemex y de la CFE, ambas instituciones representan a la industria petrolera nacionalizada ya la industria eléctrica nacionalizada.

Con base en lo dispuesto por el Capítulo 6. Energía y petroquímica del Tratado de Libre Comercio con Norteamérica (TLCAN), en 1995 se redefinió a la industria petrolera, suprimiendo lo relacionado con el transporte, distribución y almacenamiento de gas natural y gas LP. Hoy estas actividades están privatizadas. También, los legisladores establecieron una petroquímica primaria y otra secundaria, la primera a cargo de Pemex para producir solamente 9 productos, la segunda fue privatizada. Hoy las transnacionales producen miles de productos petroquímicos.

Con la reforma energética de 2008 se acordó otorgar contratos de todo tipo, especialmente, en Exploración y Producción (EyP). A la fecha se han entregado contratos a las transnacionales en la Región Sureste, Región Norte y en Chicontepec.

Con anterioridad, se había privatizado la Exploración entregándola a COMESA, con la participación destacada de Schlumberger, que también opera contratos de exploración, específicamente con la concesión de 75 mil km2 en el Golfo de México para realizar sísmica 3D.

En el caso eléctrico, a través de la Comisión Reguladora de Energía /CRE); ésta ha otorgado 690 permisos privados de generación eléctrica a otras tantas empresas filiales o socias de las transnacionales. Hoy, el 52.23% de la capacidad de generación eléctrica total a nivel nacional es privada.

En 2008 la contra-reforma energética aprobó la privatización de todas las fuentes renovables de energía, incluyendo el agua, viento, geotermia, biogas, energía oceánica (mareas, corrientes submarinas y olas), agrocombustibles y radiación solar. Cada vez son más los permisos privados otorgados por la CRE, todos para transnacionales y socios industriales.

En todos los casos, la CFE es obligada a poner las redes eléctricas nacionales al servicio de los privados construyéndoles, incluso, la infraestructura de interconexión al Sistema Eléctrico Nacional (SEN). Lo mismo ocurre con la red nacional de ductos a cargo de Pemex.

Por si faltare, el gobierno ha venido quebrando a la CFE. La electricidad está subsidiada por el gobierno pero con cargo a la CFE, haciéndola operar con déficit para desprestigiarla más.

El proceso de destrucción de Pemex y la CFE está muy avanzado.

Privatizar todo, la consigna neoliberal

Peña Nieto es el exponente que más conviene al capitalismo en estos momentos. Las transnacionales lo impusieron en la presidencia de la República y ahora procede como tirano fascistoide, repitiendo mentiras cotidianamente, las que son ampliadas por los medios y demás funcionarios que solamente repiten.

Lo que Peña propone, la reforma constitucional regresiva, termina de romper la legalidad constitucional. Los artículos 27 y 28 eran lo único bueno que quedaba de la Constitución de 1917 surgida de la Revolución Mexicana. A eso se le conocía como Pacto político de la nación. Pero, con la contra-reforma de Peña ese Pacto ya no existirá más.

En 1992, la Constitución fue sustituida por el TLCAN, el artículo 27 por el Capítulo 6 del TLCAN y los artículos 27 y 28 por el Anexo 602.3 del mismo Tratado. Hoy Peña Nieto va más allá del propio TLCAN, por eso ha sido aplaudido por los organismos financieros del imperialismo y la prensa extranjera que, sin embargo, quiere más.

El golpe será brutal, las mentiras de Peña como que bajarán las tarifas eléctricas y los precios de las gasolinas no solo son mentiras sino cuestiones de distracción mientras se acuerda lo principal. Entre otros, destacan los Contratos de Utilidad Compartida que significarán la entrega a las transnacionales de la ganancia y, por tanto, la renta petrolera de la nación, sea en efectivo o en especie.

El objetivo de este asalto es producir 3 millones de barriles de petróleo diarios en 2018, para seguir exportando mayoritariamente hacia los Estados Unidos. Esa plataforma de producción no es necesaria porque la demanda nacional es apenas menos de la mitad. Se trata de continuar la misma política antinacional consistente en extraer petróleo crudo y exportarlo, en vez de procesarlo internamente y otorgarle valor agregado.

La agresión es muy severa. Peña Nieto se ha atrevido a desafiar al nacionalismo mexicano, ofendiendo a sus emblemáticos símbolos. Peñita se compara con Lázaro Cárdenas pero le quedan muy grandes esas botas. Una comparación más adecuada sería con Victoriano Huerta, quien hace justamente 100 años, usurpó la presidencia de la República con el apoyo de la embajada norteamericana. Aquel chacal no se detenía en nada, el pequeño tirano tampoco; el primero fue un asesino declarado, el segundo por ahí va, por lo pronto está asesinando al patrimonio energético de la nación.

En tan deplorables condiciones ¿cómo nos encuentra el golpe traidor a los mexicanos vivientes, cuál es el nivel de la resistencia?

División ancestral entre mexicanos

Antes de la invasión española, los diversos grupos étnicos mesoamericanos estaban enfrentados entre sí. En el centro, los de Azcapotzalco intentaron sin éxito la alianza contra los Tlatetolcas. Estos se unieron a los mexicas de Tenochtitlan. Los texcocanos, tlaxcaltecas, chalcas, totonacas y otros estaban contra los mexicas.

Cuando llegaron los españoles, los totonacas se ofrecieron a servir a Cortés, a cambio de las promesas de éste para defenderlos contra los mexicas. Lo mismo sucedió con los tlaxcaltecas, entre los más conocidos pero no los únicos. Con esos apoyos, los invasores terminaron derrotando a los mexicas luego de sangrientas batallas.

Después habría varios momentos de resistencia, especialmente, por los mayas. Dos siglos después, el dominio español se generalizó en México. Durante 300 años los españoles se dedicaron a saquear a la que llamaban Nueva España, hasta que en 1810 estalló la guerra insurgente que lograría la Independencia de México.

Durante la Revolución, el enfrentamiento entre clases fue evidente y hubo una guerra civil. La verdadera Revolución estuvo en el campo no así en la ciudad. Fue la mayor irrupción de masas de los últimos 100 años con un saldo muy sangriento.

Durante época de la expropiación petrolera, el Partido Comunista (PCM) de la época, que vivía su momento culminante, osciló entre apoyar a Calles o a Cárdenas; luego, propuso la “unidad a toda costa” con Cárdenas, siguiendo una política oportunista. Eso se reflejó en el movimiento obrero, del cual los comunistas terminaron auto expulsándose debido a catastróficos errores. Otra tendencia, la de Lombardo, quien era secretario general de la CTM, siguiendo un “marxismo” confuso y falsificado terminó pactando con Cárdenas la corporativización sindical con el Estado que llevó a la postración obrera actual con el charrismo sindical.

En la nacionalización eléctrica, la izquierda de la época, encabezada por el PCM no entendió nada de lo que pasaba. En las calles del interior del país se produjo una verdadera insurgencia obrera que luchaba por la nacionalización. Al final se logró pero el PCM no estuvo de acuerdo, asumiendo posiciones ultras. El Lombardismo estaba en declive, desprestigiado desde la huelgas ferrocarrileras de 1958-59 y no estuvo a la altura de las circunstancias.

Tanto en el caso petrolero como electricista la izquierda se fue ausentando hasta quedar completamente fuera del movimiento. A los petroleros los apoyaron algunos comunistas, a los electricistas también aunque muy minoritarios. Las cúpulas del PCM siempre estuvieron de ladito. Cuando ocurrió la represión a la Tendencia Democrática del SUTERM los comunistas se hicieron ojo de hormiga, más interesados en la reforma política que los llevaría a las Cámaras obteniendo las primeras diputaciones y prerrogativas electorales (dinero).

Van 500 años y parece que no hemos aprendido nada o muy poco.

Resistencia defensiva y muy limitada

Hoy, cuando Peña Nieto se muestra más agresivo la llamada resistencia es débil. Lo que ahora propone Peña se había anunciado desde la campaña presidencial pero se dejó crecer. De hecho, van 2 décadas de privatización furtiva pero a muchos no les dice nada.

En 2008 habíamos enfrentado un serio conflicto cuando fue aprobada la contra-reforma energética de Calderón. Esa vez no hubo reforma constitucional pero sí privatización generalizada, eléctrica y petrolera. La privatización eléctrica ha sido seguida de cerca por el FTE, paso a paso, denunciando sistemáticamente la agresión. Pero, la mayoría ha hecho caso omiso al grado de ni siquiera mencionar tal privatización, como si no existiera.

Al presentar Peñita su proyecto energético privatizador, ¿cuál ha sido la reacción y que posición tienen la llamadas “izquierdas”?

Primero, las izquierdas siguen divididas, como siempre. Enfrentadas entre sí y algunas en el oportunismo o el diversionismo. Para algunos que se dicen en resistencia no pasa nada, como si no se hubiesen enterado, han preferido callar boca. Otros se la pasan boicoteando todo intento de lucha unitaria.

De las “izquierdas” no se hace una

Las izquierdas en resistencia incluyen partidos políticos, algunos sindicatos, organizaciones sociales, indígenas y estudiantiles, entre otras. ¿Cuál es su posición y alcance político?

PRD

Este partido tiene registro y un buen número de diputados y senadores. ¿Qué hizo antes del anuncio de Peña Nieto? Firmar el Pacto por (contra) México el cual, impulsado por Peñita, se hizo siguiendo las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional para promover un supuesto consenso que aprobara las reformas legislativas del gobierno en turno. Para empezar, fue la reforma educativa, luego siguió la de telecomunicaciones. En este último caso, se eliminó tal actividad del artículo 28 constitucional para dejar de ser “estratégica” y ser privatizada en su totalidad, lo mismo que el espectro radioeléctrico.

Eso ha sido el Pacto y esa la participación del PRD, avalando la regresión contra la nación. Vino la propuesta energética peñista, luego de anunciarla ampliamente en México y en el extranjero, y la reacción del PRD ha sido indigna. ¿Salirse del Pacto? Ni en sueños, su papel es avalar al Estado del que forman parte. Además, no quieren perderse de los cañonazos de a 50 mil dólares que dispararán contra ellos las transnacionales.

Al interior, los perredistas están divididos en varias corrientes, ninguna de las cuales desea perder sus privilegios ni posiciones. Los dominantes son los “Chuchos”, quienes se consideran “responsables” para justificar su cercanía con el gobierno en turno y su política neoliberal.

En materia energética, su “experto” es Cuauhtémoc Cárdenas, personaje surgido del PRI que no ha olvidado y menos superado su pasado priísta, sigue siendo un hombre del sistema y es siempre ambiguo. Cárdenas chico es el autor de la propuesta energética del PRD; consistente básicamente en oponerse a la reforma constitucional pero apoyar, sí, la privatización furtiva, petrolera y eléctrica, en todos sus términos. Esa no es opción porque avala la ilegalidad anticonstitucional.

Aparte de la propuesta de Cárdenas, el PRD ha anunciado para el 25 de agosto una consulta popular, misma que el primero plantea para el 2015. Entre los miembros de la Comisión encargada de formular las preguntas del 25 está Fluvio Ruiz, consejero de Pemex y, a la vez, informador del gobierno norteamericano a través del ITAM-WWC que propone la reforma constitucional que ha hecho pública Peña Nieto, y Rolando Cordera ligado al grupo Nexos patrocinado por Carlos Salinas de Gortari. La consulta del 25 será inútil, sin valor político real. ¿Qué harán con los resultados? Anunciarlos y ya, como en 2008. Por esa vía, las cúpulas pretenden canalizar el descontento de la población “en general” y simular que están “luchando”.

Las bases perredistas no pueden hacer mucho porque el partido no tiene canales internos para la discusión. Hace apenas unos días, el Consejo Nacional del PRD acordó seguir en el Pacto, no obstante el anuncio demoledor de Peña. Es previsible que la burocracia ponga a las bases a “volantear” para “tranquilizar las conciencias” y ya.

Cárdenas ha dicho que cualquier disenso debe expresarse en las Cámaras y que nada debe hacerse fuera de esta instancia, las calles no. Se dice muy respetuoso de la institucionalidad estatal. Por ese camino, la lucha está perdida. Con los votos del PRI, PAN y PVEM es suficiente para que Peña obtenga la mayoría calificada de las dos terceras partes y reformar a la Constitución. Ni siquiera necesita los votos del PRD; suponiendo que todos fueran en contra. En 2008, el PRD terminó votando a favor de la reforma energética privatizadora de ese año. Reiteramos, por la vía de las Cámaras esta lucha está perdida.

PT

Este partido, con el cual se registró López Obrador para contender en la campaña electoral anterior, tiene muy pocos diputados y apenas 4 senadores. Destaca el senador Manuel Bartlett quien no obstante su pasado priísta se ha mostrado como el más consecuente, al menos, en materia energética.

En el 2000-2003 tuvo una participación destacada en el Senado cuando Zedillo intentó reformar regresivamente a la Constitución en materia eléctrica. Siendo presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales impulsó un dictamen contrario a la propuesta de Zedillo, y luego, a la de Fox.

Hoy las condiciones han cambiado, su influencia en el Senado ha mermado, su grupo está muy reducido. Su claridad política es importante pero sus colaboradores cercanos están revueltos, algunos son muy capaces, otros no. Recientemente, el senador promueve un libro sobre el petróleo elaborado por su grupo de apoyo, básicamente del Centro Nacional de Estudios Estratégicos y otros colados. El libro es un acierto pero tiene una limitación muy seria: la industria eléctrica y su privatización ni siquiera se mencionan.

El senador Bartlett ha insistido en la movilización. ¿Quién la haría, AMLO, los charros sindicales?

AMLO

López Obrador es señalado por la prensa internacional como el principal opositor a Peña Nieto y se considera que llamará a la movilización. De hecho, Obrador ha citado para el 8 de septiembre a una “Asamblea informativa” en el Zócalo capitalino, llamada así a los monólogos acostumbrados en que el político “marca la línea”. Ese es el estilo típico: mandar autoritariamente, los demás solo deben asumir el papel de “apoyadores”. Cualquier cosa, la más mínima, si no lo dice AMLO, simplemente, no se hace y ya.

En materia energética, AMLO no ha expresado su política, se ha limitado a declaraciones a los medios, en oposición y descalificación a Peña. Gente como Mancera el pequeño jefe del GDF ha dicho que la política de AMLO es la de Cárdenas, como fue en 2008. En 2012, AMLO dijo que “respetaría” los contratos otorgados a las transnacionales en materia petrolera. Por extensión, también a la privatización eléctrica furtiva. Jamás ha corregido ni presentado alguna propuesta alternativa. Tal vez en la “asamblea” de septiembre AMLO esboce su propuesta energética, hasta ahora no lo ha hecho.

Esto es importante porque no debiera quedarse solo en el nivel contestatario o de las emociones de coyuntura. En 2008, la movilización se promovió básicamente en la capital, con marchas por el centro histórico de la ciudad y mítines en las Cámaras. Las mal llamadas “adelitas” le dieron colorido a los actos. Pero no pasó de allí.

A AMLO se le considera un opositor de izquierda porque su poder de convocatoria es muy importante. Hay masa, dicen algunos, entusiasmados. Sin embargo, esa masa es amorfa y está verticalizada, sumisa incondicionalmente a AMLO. Este y su círculo cercano tienen la característica de ser muy autoritarios, sectarios a ultranza e inconsecuentes.

En 2008, un día antes de la aprobación de la reforma por el Senado, en el Hemiciclo a Juárez preguntó tres veces si los asistentes estaban de acuerdo en movilizarse al día siguiente. En las tres ocasiones la respuesta fue “Sííí” pero las dudas lo dominaban. ¿Así será esta vez, rajarse a la mera hora? En 2008 AMLO suspendió a la resistencia y la enfrió hasta 2012 para que votaran. Hoy, por lo pronto, el enfrentamiento de AMLO con el PRD sigue siendo frontal y antiunitario, Obrador le ha puesto condiciones al PRD y éste las rechaza. La principal limitación del obradorismo es el culto al espontaneísmo, las acciones de coyuntura y el olvido rápido de los objetivos.

Sindicatos

La principal deficiencia entre la resistencia es la ausencia prácticamente total de los trabajadores del sector. El STPRM está sumamente charrificado y apoya la reforma de Peña, lo mismo el SUTERM. El SUTIN vegeta en medio del bosque y el SME está calladito. El sindicato del IMP ni se diga, está muerto.

Durante los tres últimos años, luego de la extinción de Luz y Fuerza del Centro, los smeítas con Martín Esparza al frente se dedicaron a organizar la campaña contra la institución CFE, literalmente a golpes, introyectando el “virus de Fujimori” entre la población, a partir de los errores y abusos en los cobros facturados por los contratistas españoles.

Junto con el PRD, el SME sigue la campaña hasta el momento. Afirmamos que, gracias al SME y al PRD, triunfó el Fujimorazo, la percepción de la población contra la CFE es mayoritaria, se quejan del aumento a las tarifas que ocurren debido a la privatización y piden mayor privatización. El escenario es absurdo. El SME se negó a la sustitución patronal en la CFE, jamás luchó por la nacionalización eléctrica, representada por tal institución. Hoy su papel contra la CFE ha sido tomado en cuenta por Peña Nieto para terminar de destruir a la CFE, y a ellos mismos. ¿Apoyará el SME a la CFE? Ni en sueños, es una “empresa” (sic) patito”, ha dicho, revelando que no sabe nada de la industria eléctrica. Así, el SME sigue con las manchas negras, haciendo todo lo posible pero contra la CFE. La incongruencia es mayúscula.

La CNTE está en movilización contra le reforma educativa pero limitada a cuestiones gremiales. De la UNT no se puede esperar nada. Sindicatos charrificados como el STUNAM o el de Telefonistas siguen durmiendo, arrullados por sus charros.

Organizaciones sociales

Las organizaciones sociales en defensa de los recurso naturales han sido las más activas en los últimos tiempos, a ellas les ha tocado poner los muertos porque ya van varios asesinatos de las transnacionales, principalmente, mineras y eléctricas. En todos los casos, comunidades enteras han sido despojadas de la tierra, agua y viento, en un territorio ya invadido de transnacionales.

El gran problema es que casi en todos los casos dominan la ONGs, muchas de las cuales tienen sus propios intereses particulares y son muy inconsecuentes. La principal limitación es que luchan por la vida, dicen, pero no en contra de la privatización, causante de todas las penurias y desgracias.

La política de las ONGs es muy limitada, defensiva y local; en materia energética no tienen política.

EZLN

Dicen que Marcos no se debe confundir con los zapatistas pero el que habla es el primero. En el presente caso, ni Marcos ni nadie se han acordado siquiera del tema energético. De hecho, pareciera que la lucha contra las transnacionales no es de su interés principal. Entonces, han preferido realizar otras acciones, sin duda interesantes. Que vayan a la Escuelita don Pablito, el Gilly, Villoro, pase pero ¿también Esparza? El caso es que Marcos en materia energética no ha dicho ni media “palabra”. Pero ni a Marcos ni a sus seguidores se le puede exigir nada. Cada quien escoge sus propias contradicciones.

Académicos e intelectuales

La mayoría están callados, sentados y encerrados en sus cubículos. Ni universitarios, ni politécnicos, ni investigadores ni artistas. La intelectualidad supuestamente pensante sigue colapsada y en el oportunismo. Las excepciones se cuentan con los dedos. Es mayoritaria la presencia de individuos de derecha. Lo mismo ocurre con los periodistas, excepción de algunos articulistas y caricaturistas. Los medios electrónicos, radio y televisión privados están desatados del lado de Peña. En internet la confusión, diversionismo y opinadero están divididos.

Estudiantes

La juventud mexicana, que en 2012 se movilizó con el movimiento #YoSoy132, está en declive, el movimiento de deshizo por falta de política. Un error fue admitir dentro del movimiento a activistas que no son estudiantiles. Algunos conocidos grillos impiden acuerdos y estorban discusiones, irrespetuosos y carentes de política. Las excepciones son la Mesa de Soberanía Energética y el GAR. Desde luego, mucho hacen los estudiantes por interesarse en el asunto pero no se les puede pedir que hagan lo que no hacen los trabajadores.

En suma, la resistencia está fragmentada. Nos gustaría que la situación fuese otra pero no se puede decretar la unidad ni improvisar a esta. Ojala mejoren pronto las condiciones. Las graves circunstancias exigen evolucionar rápido y corregir errores, aunque no es fácil, hay defectos atávicos que pesan mucho.

¿Qué propone el FTE?

La lucha organizada y conciente que hemos sostenido en los últimos 45 años. Es tesis del FTE que la lucha se gana en los preparativos. Al respecto, no hay tales, a pesar de constantes llamados otros han preferido la lucha empírica y el espontaneísmo. Por allí no se llega lejos. En estos momentos proponemos la bandera de la Política Energética Independiente, conjunto de 60 propuestas en materia de petróleo, gas, energía eléctrica y agua, así como la movilización unitaria en todo el país, que debe ser decidida porque la situación lo amerita.

Para el FTE no existe solución ni salida a través de las Cámaras. Jamás los grandes problemas nacionales se han resuelto en esos aparatos. Es necesaria la movilización en las calles, plazas públicas, centros de estudio y de trabajo. Llamamos a estructurar la organización social y política en todo el territorio nacional. Esta es la acción más necesaria y urgente, la más difícil y la más desdeñada.

La lucha a que llamamos no es de acción precipitada y de corto alcance. Nuestra propuesta rebasa la coyuntura, sin excluirla, y oportunamente hemos levantado la bandera de la re-nacionalización energética, que ahora se hace más pertinente y más necesaria. Insistimos en la indispensable independencia de clase, sin ésta no hay ninguna solución favorable ni para los trabajadores ni para la nación.


Ref: 2013, elektron 13 (260) 1-8, 20 agosto 2013, FTE de México.


EL FTE presente en la movilización. Es la hora de la unidad y la lucha organizada con todos los que estén dispuestos a defender el patrimonio energético de la nación



¡Política energética independiente!, propuesta del FTE de México





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