AMLO impulsa la propuesta de reforma energética de Cárdenas, dice Miguel A. Mancera, jefe del GDF. Se prevé la participación privada “para modernizar” a Pemex. Es el mismo discurso de Peña Nieto. La diferencia no está en la privatización, que ambos apoyan, sino en la reforma constitucional.

Miguel A. Mancera es un político menor, propuesto por el PRD sin ser perredista, izquierdista sin militancia y obradorista-cardenista (sic). También opinó sobre la reforma energética de Peña Nieto y lo hizo desafortunadamente.

El jefe de Gobierno del Distrito Federal (GDF), Miguel Ángel Mancera, afirmó que “sería un retroceso” privatizar Pemex, pues el pueblo ha pasado por “muchas luchas para lograr tener certidumbre y certeza de que el petróleo le pertenece” (Cruz A., Romero G., en La Jornada, p.13, 21 junio 2013).

¡Muy bien! Claro que sería un retroceso.

En entrevista con La Jornada, reiteró su oposición a reformar el artículo 27 constitucional y sostuvo que la postura de la izquierda es la que encabeza el ex candidato a la Presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador, de impulsar la reforma energética propuesta por Cuauhtémoc Cárdenas.

Bien por oponerse a una reforma al artículo 27 constitucional. No muy bien por omitir al artículo 28 constitucional y menos bien por apoyar la propuesta energética de Cárdenas que, según Mancera, es la que impulsa AMLO. ¿Por qué la crítica?

Mancera señaló que en la propuesta de AMLO-Cárdenas se prevé la participación de la iniciativa privada para modernizar la paraestatal y que sea detonante de la economía nacional, pero sin que “se desborde o se rebasen las fronteras de la Constitución”.

¡He allí el (grave) problema! Mancera repite a Peña Nieto. Según él, la propuesta de AMLO-Cárdenas “prevé la participación de la iniciativa privada para modernizar a la paraestatal”. ¿Cuál es la base legal? Primero, Mancera dijo correctamente que la Constitución no debe modificarse para “privatizar” a Pemex pero, enseguida, avala la “participación privada”. Eso está prohibido por la propia Constitución. Dice Mancera que eso sería para “modernizar a la paraestatal”. Eso mismo dice Peña Nieto. Agrega Mancera que la participación del capital privado se haga si que ese “desborde o se rebasen las fronteras de la Constitución”. ¿De qué fronteras habla? La Constitución vigente, resultado de la expropiación petrolera, PROHIBE la participación privada en la industria petrolera nacionalizada. No existe ninguna frontera que se pueda “desbordar” o “rebasar”, a menos que se vulneren las disposiciones constitucionales para avalar la privatización.

Las declaraciones de Mancera son engañosas por banqueteras, no están bien pensadas, son para salir al paso y declarar lo que parece correcto siendo a la inversa.

Después, Mancera se dedicó a repetir la propuesta de Cárdenas, cuyos términos se ha aprendido de memoria sin comprenderlos cabalmente.

Remarcó: “No advierto la necesidad de trastocar el 27 constitucional en este momento... habrá que conocer cuál es la propuesta (de reforma del presidente Enrique Peña Nieto). No puede ir contra el espíritu de la propiedad del petróleo de los mexicanos”.

Pareciera que no está enterado de las noticias diarias ni sabe lo que Peña Nieto, Videgaray y Beltrones repiten cotidianamente. Pero pide “esperar” a que Peña presente su propuesta. Por ahora no pasa nada. Es lo mismo que dice Cárdenas. Cuando Peña presente su propuesta y sí esta es privatizadora, pondrán el grito en el cielo para terminar aceptándola, hasta ese momento se darán cuenta cuando ya no se pueda hacer nada.

Señaló que a Pemex se le ha tratado con una visión fiscal, hacendaria, como captadora de recursos, cuando debe ser una empresa productiva a la que debe dotarse de autonomía de gestión y de finanzas.

¿Sabe que es eso de autonomía de gestión, desconoce que todas las paraestatales la tienen por ley? Ahora agrega “autonomía de finanzas ¿Qué es eso? primero debía explicarlo y después afirmarlo.

Se pronunció en favor de la inversión privada en Pemex, pero “teniendo bien claro cuáles fueron los propósitos desde la expropiación, del nacionalismo que genera el tema del petróleo y la pertenencia al pueblo de México; esa lucha que nunca se va a terminar y no puede cambiar de ninguna manera”.

El discurso de Mancera se cae solo. Como político improvisado, dice oponerse a la privatización para eso es de “izquierda”. Pero, inmediatamente se desdice y se pronuncia “en favor” de la inversión privada en Pemex, es decir, de la privatización. El mismo lo dijo o ¿no? Igual que Peña Nieto ¿también va a decir que eso no es privatización? Según lo dicho, Mancera no sabe y menos entiende los propósitos de la expropiación petrolera que cambiaron el régimen de propiedad, el cual pasó de ser privado a nacional, y que Peña pretende revertir con/sin/contra la Constitución.

Mancera sostuvo que antes de pensar en reformar el artículo 27 constitucional deben agotarse todos los mecanismos de optimización y modernización, en especial lo que “limita a (Pemex) a un régimen que no es sano, en el que 70 por ciento de ganancias se van a carga fiscal, y (eso) no hay empresa que lo resista”.

Pareciera que lo dicho por Mancera está bien pero no es así. Habla de “modernización” sin precisar de qué se trata. Sus referencias son a la política fiscal vigente que afecta a las finanzas de Pemex. Según Mancera, el 70 por ciento de las ganancias se vana la carga fiscal sin precisar los datos ni las fuentes. Cierto es que esa “carga” es muy alta pero convendría definir con respecto a qué: ¿el rendimiento de operación, el EBITDA o las ventas totales?

Consideró que Pemex debe ser eficiente y moderna, y para lograrlo “debe cambiar la ruta que ha seguido. No es posible que con la riqueza que tiene el país tengamos una empresa petrolera sin números positivos. Todos estamos de acuerdo en que debe modernizarse y obtener el mejor provecho para beneficio del país, sin poner en riesgo lo que ha sido una lucha de muchos años”.

¿Eficiente, moderna? Mancera repite a Peña Nieto. ¿Qué ahora Pemex no es eficiente ni moderna? Es la petrolera más rentable del mundo y con resultados superiores a las demás. ¿Le parece poco?

Concluyó Mancera con una declaración torpe de un “izquierdismo” infantil.

Acerca de la participación de empresas privadas, manifestó que no “tendríamos por qué tener pleito contra la iniciativa privada; por el contrario, creo que es parte importante y que en la industria petrolera del país puede haber inversión privada, lo cual no va en detrimento del Estado. “Nos llevaría a los esquemas que hay en otros países, donde sus empresas petroleras son las que generan la mayor riqueza”.

¡Que bonita declaración, es lo que quieren oír Peña, el PAN y las transnacionales! Para Mancera “es importante” que en Pemex haya inversión privada. Agrega que eso “no va en detrimento del Estado” ¿Qué tiene que ver? Mancera estaba pensando en las asociaciones público-privadas en las que el Estado puede tener participación. Pero no es el caso. También intentó sugerir que en otros países ya existe ese esquema y las petroleras están privatizadas. Pero no lo supo explicar y concluyó con un lugar común lleno de vaguedad.

Claro, lo que interesaba a Mancera era colocarse zalamero del lado de Peña Nieto, asumiéndose como “izquierdista” responsable. Eso se llama privatizador oportunista.

El titular del GDF puntualizó que si bien hay un común denominador en cuanto a modernizar Pemex, el planteamiento de la izquierda es “no a la privatización del petróleo”.

¿Qué “izquierda” es esa que apoya las propuestas del PRIAN e imperialismo? Mancera es izquierdista solo de palabra y para competir en los procesos electorales. Dice oponerse a la privatización del petróleo y, al mismo tiempo, apoya la participación privada en Pemex. ¡Qué coherencia! Omite que ninguna transnacional interviene gratuitamente y sin ganancia propia.


Ref: FTE 2013, elektron 13 (187) 1-3, 7 julio 2013, FTE de México.

El problema de Pemex NO es la propiedad (de la nación) sino la política energética antinacional