energia@fte-energia.org
prensa@fte-energia.org
Organización obrera afiliada a la FEDERACIÓN SINDICAL MUNDIAL

Volumen 6, Número 74, abril 20 de 2006

68º aniversario de la expropiación petrolera en México

Pemex Sí,PeUSA No!

Fox dilapida los recursos nacionales y los entrega al imperialismo.
Pemex aporta cuantiosos recursos pero se avanza hacia su destrucción.
¡Alto a la privatización petrolera furtiva! ¡Abajo candidatos privatizadores!

1938, expropiación petrolera nacional;
2006, expropiación petrolera extranjera

El 18 de marzo de 1938 la industria petrolera fue expropiada para terminar con el despojo a la Nación y la explotación de los trabajadores. El proceso se consolidaría meses más tarde, el 7 de junio de 1938, con la creación de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Distribuidora de Petróleos Mexicanos. La industria petrolera de México nacía así, precedida por el fracaso de la efímera Petromex --creada ingenuamente para competir con los consorcios petroleros de la época--, y como un paso consecuente a la creación de la Administración General del Petróleo Nacional (AGPN) en 1937, un organismo público con personalidad jurídica propia pero dependiente del Ejecutivo de la Unión con el único fin de explorar y explotar las reservas petroleras nacionales. Luego de la creación de Pemex, dicha Administración terminaría fusionándose con Pemex, en 1940.

La historia no avanza a saltos, es verdad, sin embargo, resulta casi imposible explicar en unas cuantas líneas cómo hemos vuelto al mismo punto en la historia. Cómo ha sido posible que el actual marco jurídico de Pemex, comenzando por su inconstitucional Ley Orgánica actual (publicada en el Diario Oficial de la Federación del 16 de julio de 1992), haya terminado por cancelar toda posibilidad para conducir la industria petrolera mexicana en los términos del Artículo 27 constitucional, convirtiendo a Pemex en una nueva Petromex-AGPN.

Los trabajadores petroleros sindicalizados activos, jubilados, transitorios y despedidos injustificadamente que nos mantenemos desde hace años firmes en la defensa de la industria petrolera, al lado del Frente de Trabajadores de la Energía (FTE) de México, declaramos no hay nada qué festejar este 18 de marzo de 2006. Pero, Pemex patrimonio heredado de la lucha de los trabajadores y el pueblo de México --que hizo posible la expropiación para la Nación de la industria petrolera--, no pertenece al gobierno foxista puesto al servicio de las empresas trasnacionales.

Industria rentable, endeudada y privatizable

Todavía hoy, los altos rendimientos que obtiene Pemex permiten a la economía nacional mantenerse a flote. No obstante la situación financiera de Pemex, se dice, es deprimente, basados en cifras contradictorias: Mientras Pemex asegura ocupar el tercer lugar como productora de petróleo [Pemex Outlook de Marzo de 2006, disponible en www.pemex.gob.mx], y se afirma que sus aportaciones directas e indirectas al fisco representan alrededor de la tercera parte de la recaudación fiscal nacional, por otro lado se asegura que Pemex es una empresa al borde de la quiebra, sin patrimonio propio y alarmantemente endeudada.

Pemex financia su desarrollo con de deuda; hasta un 84% por ciento según las propias cifras oficiales. Este año, Pemex pagará 3 mil 500 millones de dólares en intereses de una deuda que en total asciende a 98 mil 400 millones de dólares.


Fuente: Pemex Outlook, documento elaborado “para los inversionistas”.

Tabla 1- Pemex una industria absurdamente endeudada, opera con alta rentabilidad, cuantiosas ganancias y enormes pérdidas resultado de una política petrolera errónea basada en la simple extracción de crudo y su exportación a Estados Unidos a los precios más bajos del mercado internacional. Además del endeudamiento, actual y proyectado, la corrupción de funcionarios, burócratas, contratistas y charros sindicales está destruyendo al patrimonio colectivo social de los mexicanos.


Pero no solo eso. Los charros sindicales del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) y de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), auspiciados a conveniencia por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido Acción nacional (PAN), y coludidos con Fox, han apresurado la privatización de Pemex, aceptando los dictados de los organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), mediante la reestructuración de la empresa, la reducción de la plantilla laboral y sin oponerse a los inconstitucionales Contratos de Servicios Múltiples (CSM) que, amparados en leyes secundarias, se colocan por encima de la Carta Magna entregando el petróleo y gas de los mexicanos a las corporaciones transnacionales.

Sin embargo, Pemex sigue siendo altamente “rentable”. Aún bajo los parámetros de una simple empresa, sus ventas superan con mucho sus costos, --928 mil 400 millones de pesos solo el año pasado, con un rendimiento antes de impuestos de 535 mil 300 millones--, ingresos que son expropiados por el gobierno mediante una contabilidad perversa, destinada a justificar su privatización.

¡Alto a la política petrolera oficial!

Son ya 68 años de historia, sujeta a la corrupción, al saqueo de recursos para financiar grupos y campañas políticas, a la mala administración y al embate de funcionarios ineptos --verdaderos delincuentes de cuello blanco-- y de los charros sindicales. Juntos han convertido a Pemex a en la empresa más endeudada del mundo, buscando volverla inmanejable.

Empero, el proceso no es irreversible. Para restituirlo urge la lucha obrera organizada para imponer una Política Energética Independiente. Es verdad, Pemex ha sido endeudado, pero se trata de una empresa que tiene un valor estratégico para México. Urge en primera instancia detener la irracional explotación de los recursos de la Nación, con un ritmo superior a los 3 mil millones de barriles diarios, que reducen las reservas probadas equivalentes de crudo a solamente ¡10 años!, plazo en el que México afrontaría grave desabasto o una dependencia total del extranjero.


Fuente: Pemex Outlook, documento elaborado “para los inversionistas”.

Tabla 2- El foxismo ha dilapidado las reservas probadas de petróleo crudo. La irracional explotación y exportación de crudo representan, en tan solo 6 años, 52% menos de las reservas probadas. No es que la producción sea estable, hace tiempo que se rebasó el pico de producción/descubrimientos nuevos. A la fecha se explotan, sin reponerse, las reservas disponibles.

Esta explotación irracional en nada beneficia al pueblo de México; no obstante que el petróleo crudo mexicano ha alcanzado precios muy altos, de nada ha servido, puesto que la renta petrolera ha ido a parar a manos de la corrupción. La política aplicada en Pemex es contraria al interés de la nación y debe cambiarse.

¡Alto a la privatización petrolera furtiva!

Este 68 aniversario de la expropiación petrolera, año de elecciones presidenciales en México, plantea propuestas realmente pobres por parte de los aspirantes. Todos garantizan más bien la continuidad de una política a todas luces errónea. Todas las propuestas de los candidatos presidenciales se basan en la inversión privada “sin privatización” (sic). Felipe Calderón (PAN) Roberto Madrazo (PRI) y el propio candidato auto-asumido de izquierda Andrés Manuel López Obrador (PRD), difieren solo en las metas y las estrategias (autosuficiencia en gasolinas, autonomía de gestión, y un largo y barroco etcétera) pero todos prometen “apertura” (privada). López incluso, en tono triunfalista, viene reuniéndose ya regularmente con grupos de empresarios para aclara su posición (a través de su asesor económico, Rogelio Ramírez de la O) y presentarles “su” cartera de proyectos.

Entre estos proyectos, aceptados por todos los candidatos, destaca la cogeneración eléctrica, recién autorizada a Pemex que se pretende licitar a partir de junio próximo (primero en Nuevo Pemex, Tula, Madero o Poza Rica). Según declaró a la prensa nacional --días antes de la conmemoración-- Eduardo Andrade, presidente de la Asociación Mexicana de Energía, Iberdrola, Unión Fenosa, Mitsui y Electricité de France, ya están puestas para “maquilar” energía a Pemex.

Esta medida acentúa la separación entre las dos grandes empresas energéticas de México, Pemex y la Comisión Federal de Electricidad que, por el contrario debieran trabajar como una sola industria. Esta desintegración favorece la re-concentración en manos de las transnacionales, con la consecuente pérdida de soberanía.

¡Política Energética Independiente! ¡Pemex Si PeUSA No!
Esta página es construida por trabajadores del sector energía.
La información contenida puede citarse total o parcialmente, mencionando la fuente.


Comentarios Comisión de Energia Suscribirse Comisión de Prensa