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Volumen4, Número 53, Septiembre 2 de 2004

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PRI y PAN en sucia alianza neoliberal

Coalición Mafiosa
contra México

En reacomodo de las fuerzas políticas, el foxismo ha urdido en México una Coalición entre el PRI y el PAN para seguir agrediendo impunemente a la Nación. PRI y PAN alteran la legalidad constitucional y provocan al México bronco. La aprobación “al vapor” de las reformas a la Ley del Seguro Social representan el fin de ésta y su privatización acorde con los dictados de los organismos financieros del imperialismo. ¡Los trabajadores no estamos de acuerdo! La movilización que se lleva acabo en el país no se detendrá hasta reestablecer la legalidad constitucional. ¡Todos a la Huelga! ¡Viva el Paro Nacional del 1 de septiembre!

¡En alto nuestras banderas de lucha!
¡Todos a la Huelga Nacional!

Fin a la seguridad social, Votación sin discusión

Bastaron 3 horas, no hubo debate, fueron 3 años de negociaciones inútiles, al final se impuso la mayoría de los diputados de la nueva Coalición PRI-PAN. Del PRI, la ofensiva estuvo encabezada nada menos que por “su representación obrera”. Los charros sindicales fueron los primeros en apoyar la agresión de Fox a los trabajadores mexicanos. Ambos partidos votaron “por línea”. En el caso del PRI, los legisladores apoyaron la reforma “porque les dijo Madrazo”. ¡Es el colmo! Se acerca la hora de ¡Que se vayan todos!

¿Cuáles son los argumentos para destruir la seguridad social en México? No hay argumentos sino consignas del imperialismo. El pretexto del foxismo es que, los beneficios de los trabajadores del Instituto han llegado a desequilibrar financieramente a ese organismo. Entonces, los legisladores se dijeron convencidos de hacer algo “para salvar al IMSS”.

293 votos del PRI, PAN, PVEM y Convergencia aprobaron la reforma a la seguridad social, contra 110 votos de PRD, PT, PRI y Convergencia el 30 de julio de 2004.

Después de aprobada la ley, Abascal secretario del trabajo foxista, insistía en intensificar "con mayor urgencia" sus esfuerzos para lograr un acuerdo conciliatorio entre el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y sus empleados. Eso era solamente una parte del juego. A ese momento, las relaciones de la patronal representada por Santiago Levy, director del IMSS, y el Sindicato estaban prácticamente rotas.

Antes de que el Senado tratara el asunto, algunos de ellos, entre otros los senadores Manuel Bartlett y Dulce María Sauri trataron de lograr un acuerdo conciliatorio. A esas alturas era imposible. Santiago Levy, director del IMSS, siempre estuvo inflexible e inconciliable. Esto a pesar de atractivos ofrecimientos hechos al IMSS por el propio sindicato, en plan de franca rendición y entrega.

¡Privatización!, consigna del imperialismo

Días antes, la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), organismo al servicio del imperialismo, en el estudio Rumbo a sistemas de salud de alto rendimiento, recomendó reducir el gasto público en salud, controlar el gasto en la seguridad social y contratar seguros médicos privados para ancianos y quienes padezcan enfermedades prolongadas (Zúñiga D, en La Jornada 260704). Se trata de un proyecto falso y de muerte. No hay NINGUNA aseguradora (privada) que venda ningún contrato en esas condiciones, TODAS exigen juventud y condiciones óptimas de salud previas.

La misma OCDE, en el informe OECD health data 2004 “señala que en los 30 países de esa organización el gasto en salud se ha incrementado drásticamente durante los últimos cinco años, de un promedio de 7.8 por ciento del PIB en 1997 a 8.5 en 2002. Entre 1992 y 1997 se mantuvo prácticamente estancado”. México ocupa el penúltimo lugar (de 30) con un ínfimo gasto de 446 dólares por habitante, teniendo solamente 1.1 doctores y 2.2 enfermeras por cada mil habitantes.

Esas recomendaciones de la OCDE son las mismas recetas del Banco Mundial. El objetivo es uno solo: PRIVATIZAR la seguridad social en México, como lo hacen ya en otras partes del mundo principalmente Europa.

Movilización de las bases trabajadoras

El Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS) decidió radicalizar acciones precedidas con la marcha del 23 de julio en la capital mexicana. El 29 de julio, en la Ciudad de México, los trabajadores del IMSS bloquearon varias e importantes arterias viales de la ciudad.

Por la mañana del fatídico día 30 de julio, miles hicieron un mitin frente al Palacio Legislativo en San Lázaro. En Veracruz, Aguascalientes, Guasave, Acapulco, Naucalpan y Tlalnepantla hubo tomas de hospitales, marchas y bloqueos en repudio a la posible aprobación de las reformas a la Ley del Seguro Social.

¡Ni un voto al PRI! ¡Ni un voto al PAN! ¡Huelga!, corearon varias veces los trabajadores. En el mitin en San Lázaro, sede de la Cámara de Diputados, los trabajadores del IMSS señalaron que ya no querían negociación sino huelga y pidieron la renuncia de Vega Galina, secretario general del SNTSS, al PRI. Por supuesto, el diputado priísta no aceptó la propuesta.

Al siguiente día, en Mérida, Monterrey, Veracruz, Culiacán, Iguala y Chilpancingo se realizaron marchas, mítines y bloqueos de avenidas. La huelga es inminente, dijeron los compañeros.

Los siguientes días fueron de bloqueos en la Ciudad de México. Los trabajadores ya estaban fuera de control declaró Galina; se están yendo “por su lado”, dijeron otros.

En Cajeme, Navojoa y Hermosillo en Sonora fueron bloqueadas carreteras; en Ciudad Juárez, Madera, Jiménez, Parral y la capital de Chihuahua empezaron a formarse los comités de huelga; en Cuernavaca y Zacatepec en Morelos hubo plantones y bloqueos de avenidas lo mismo en Teziutlán, Altlixco, Izúcar y Tehuacán en Puebla. En los estados de Colima, Tlaxcala y Zacatecas el movimiento seguía extendiéndose.

El 2 de agosto el Sindicato Mexicano de Electricistas tomó la iniciativa de convocar a diversas organizaciones para tratar el asunto.

Francisco Hernández Juárez (HJ), líder colegiado de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), anunció que “si el gobierno federal, con el apoyo de PRI y PAN, insisten en imponer las reformas a la Ley del Seguro Social”, la UNT se movilizaría. El 3 de agosto, algunos como el STUNAM empezaron a pensar en “la posibilidad” de un paro.

Dicen que Néstor De buen, abogado del sindicato, alistó su tarea: preparar "este mismo fin de semana" el amparo, ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, "por la inconstitucionalidad" de la reforma. Pero los trabajadores no quieren solo amparo sino huelga.

En Tlaxcala, Puebla, Jalisco, Colima y Tamaulipas continuaron las movilizaciones de los trabajadores del seguro social. El 6 de agosto, HJ anunció que la UNT se iría al paro del 1o de septiembre y estaría en la marcha del día anterior. En el Centro Médico de Occidente en Guadalajara se hizo un mitin, en San Martín Texmelucan fue bloqueada la autopista a Puebla, en otras partes se sucedían las tomas simbólicas, marchas y mítines.

De importancia fue la decisión acordada por la asamblea general del Sindicato Mexicano de Electricistas el 10 de agosto. “El SME no se raja”, dijo Rosendo Flores secretario general y anunció los acuerdos que incluían la participación en un Paro Nacional para el 1o de septiembre de 2004.

La propuesta se extendió rápidamente y adquirió consenso. ¡Todos al paro nacional!

La propuesta venía discutiéndose ya varios meses. Ahora se presentaba la coyuntura dada la severidad de la agresión oficial.

Eliminar la seguridad social

Las razones que motivan la acción obrera son indiscutibles y correctas. El gobierno foxista argumenta quiebra financiera, pero se trata de un robo. ¿Qué han hecho con los fondos acumulados durante décadas? ¿Dónde están las aportaciones de los trabajadores? ¡Esos fondos fueron robados! No solamente en el IMSS, también en el ISSSTE, en CFE y en Pemex.

Son las administraciones en turno y los charros sindicales quienes “desaparecieron” los fondos y ahora alegan quiebra. Los empresarios son cómplices de la situación, ahora apoyan a Fox porque la reforma les conviene.

HJ declaró que el robo al fondo de pensiones y jubilaciones del IMSS asciende a 30 mil millones de dólares (Chávez M, en La Jornada 300804). Ese fondo “ya se gastó” y “solamente existe en el papel”. Pero, el gobierno, empresarios y charros callan. La situación es peor. En CFE, 100 mil millones de pesos del fondo creado para el mismo propósito “están perdidos”, se los robaron los charros. En LFC, el fondo se creo en 1936 pero hoy solamente existen “pasivos laborales”.

En el fondo del conflicto se trata de eliminar TODA la seguridad social. Abascal se lo dijo claro a Hernández Juárez, “si los trabajadores no pagan su propia jubilación jamás habrá arreglo, porque ni la iniciativa privada ni el gobierno federal pondrán dinero".

La medida es, por supuesto, anticonstitucional. “La nueva legislación elaborada por un despacho de la Coparmex es abiertamente anticonstitucional y violatoria del contrato colectivo de trabajo, ya que el nuevo artículo 277 D da al consejo técnico la prerrogativa de contratar plazas con un nuevo régimen de jubilaciones y pensiones y el 286 K prohíbe que las cuotas del gobierno, de los patrones y de los trabajadores se destinen a jubilaciones y pensiones, lo que obliga a los trabajadores a pagar sus propias pensiones, desrresponsabilizándose a patrones y gobierno” (Garrido L, en La Jornada 060804).

Propuesta del sindicato

La cúpula del SNTSS intentó la rendición incondicional mediante una propuesta de retroceso. “A unas horas de que el Senado de la República vote la reforma a la Ley del IMSS -avalada ya por los diputados-, el Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS) aceptó para sus agremiados en activo aportar hasta 10 por ciento del salario al régimen de jubilaciones y pensiones (RJP) y, para las futuras generaciones, fijar para el retiro 35 años de servicio y 60 años de edad” (Martínez F, en La Jornada 040804).

La propuesta de rendición fue aprobada por los 37 secretarios generales seccionales y presentada ante el IMSS, Senado de la República y Secretaría del Trabajo. Hecho desesperado, charro y vergonzoso, es lo menos que podría decirse. Se trataba de una malísima propuesta consistente en aumentar el número de años de servicio y de edad, así como el monto de las aportaciones de los trabajadores, actuales y futuros. El argumento del sindicato fue demostrar su “buena voluntad”.

En realidad las cúpulas sindicales estaban rebasadas y temerosas, querían pactar cuanto antes ante la amenaza de la patronal para someter ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje un “conflicto colectivo de naturaleza económica” mediante el cual argumentarían quiebra financiera y propondrían la liquidación de todos los trabajadores, tal como lo indica actualmente la Ley Federal del Trabajo.

Para este momento, el foxismo y su Coalición “útil” como la calificó Roberto Madrazo presidente del PRI, se había vuelto inflexible y rechazó la oferta sindical. Estaban seguros que en el Senado se ratificaría la aprobación. Así fue.

Con el voto mayoritario del PAN, PRI y PVEM, la madrugada del 4 de agosto los senadores, protegidos por amplio despliegue policiaco, aprobaron la reforma a la seguridad social terminando con tan importante conquista obrera. “Se impuso la línea tecnocrática y antisocial más dura”, dijo el senador Bartlett, uno de los pocos priístas que votaron en contra de lo que llamó “ley inconstitucional”.

Fueron 82 votos en favor, 23 en contra (10 del PRI y 13 del PRD) y dos abstenciones. Nada importó la movilización que, desde la noche anterior, mantuvieron los trabajadores del seguro social y sus aliados en la sede del Senado. Pero, los trabajadores presentes e indignados redoblaron la consigna: ¡Huelga!

El 8 de agosto, Fox promulgó la nueva ley del seguro social al ser publicada en el Diario Oficial de la Federación. Las reformas entraron en vigor. Se inició una nueva etapa de lucha. La propuesta del SNTSS y otras organizaciones es derogar tales reformas. Es un poco tarde pero la propuesta es correcta.

Sigue el ISSSTE

Están en marcha las negociaciones con los charros para modificar el régimen de pensiones y jubilaciones del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores al Servicio del Estado (ISSSTE).

Actualmente la edad de jubilación por el ISSSTE, aplicable a toda la burocracia al servicio del Estado y otras instituciones nacionales y universidades, es de 55 años para hombres y de 48 para mujeres. “Se hizo una revisión con especialistas y la tendencia es elevarla hasta 60 o 65 años, pues las expectativas de vida crecieron en general", han dicho los charritos del Sindicato Nacional de Trabajadores del ISSSTE (SNTISSSTE).

El charro y diputado del PRI que encabeza a la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), Joel Ayala, no solamente votó a favor de la reforma al IMSS sino que anunció ya su apoyo para reformar la Ley del ISSSTE. Lo mismo cabe esperar de Elba Esther Gordillo, diputada del PRI-AN y charra del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).

También van contra CFE, LFC y Pemex

Ernesto Sojo, director de la Oficina de la Presidencia para las Políticas Públicas, anunció en conferencia de prensa que la reforma al IMSS "es un primer paso en la dirección adecuada", pero también deberán tomarse decisiones similares en Petróleos Mexicanos, Comisión Federal de Electricidad, Luz y Fuerza del Centro, en la banca de desarrollo, en los gobiernos federales, estatales y municipales, así como en "algunas" universidades (Aranda J, en La Jornada 030804).

Para no dejar ninguna duda señalo que "el gobierno apuesta a resolver el problema de pensiones a fondo y para todas las instituciones del país". Para ello, el foxismo cuenta con el apoyo cómplice del charrismo sindical en el SUTERM y el STPRM. Afortunadamente, otros están en la pelea. ¡Con el SME no se metan!, han advertido dignamente los electricistas en lucha.

¡A la huelga proletarios!

El 9 de agosto empezó la Jornada Cívica en Defensa de la Soberanía del País. Luego se anunció la formación del Frente Nacional Sindical, Campesino y Social. La movilización incluye a diversas organizaciones sindicales y campesinas del país.

¡Hay que restablecer la legalidad constitucional en México! ¡Abajo el gobierno fascista que actúa impunemente! ¡Abajo todos los partidos políticos antiobreros!

¡Que Fox y Madrazo no canten victoria! Esta batalla está por comenzar. Hay un evidente reacomodo de las fuerzas políticas y sindicales. El foxismo está apoyado por su Coalición mafiosa pero, también, ha producido una polarización que, en medio de la movilización, arrastra en su contra a sectores que le eran o podrían serle proclives. Las alianzas tendrán que replantearse, específicamente con los legisladores. La unidad de acción ha de forjarse en la organización nacional debidamente estructurada y representativa.

Con la Coalición mafiosa NO hay argumentos que valgan. Los neoliberales tendrán que entender con la razón de la fuerza.

¡Todos a la huelga!
¡Salud y Revolución Social!
¡Venceremos!


Los electricistas del SME en la primera línea del combate. FOTO: fte.



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