Volumen 16, Número 333, abril 10 de 2016
 


Golpe en marcha en Brasil



La derecha pro imperialista de Brasil promueve un Golpe de Estado contra Dilma Rousseff, presidenta en turno. Grandes movilizaciones vuelven a repetirse pidiendo la destitución de Dilma. El "golpismo" es inocultable. Es la consecuencia de la política petrolera oficial seguida con la privatizada Petrobras y los escándalos de corrupción que involucran al gobierno. Detrás está el imperio y las transnacionales de rapiña. La debilidad política de Dilma es creciente, hay un evidente vacío de poder.
Manifestación en Brasilia contra Dilma Rousseff. FOTO: Afp


Exigen la salida de Rousseff

Son millones los brasileños que se oponen a Dilma Rousseff, presidenta carioca. Entre esos millones están grupos que piden el regreso de la dictadura militar, la derecha empresarial y política, y la pequeña burguesía voluble y manipulable. Desde luego, ninguno actúa solo, detrás está el imperio y sus transnacionales.

El centro de la oposición está en Sao Paulo pero extendida a todo el país y la condena es a Dilma, al Partido del Trabajo (PT) y a Lula, los símbolos de la democracia en el país sudamericano. Esto es muy grave. En las recientes marchas del 13 de marzo se habló de 6 millones en las marchas por el país, una cantidad nunca antes vista que indica un adverso consenso para Dilma, Lula y su partido.

No es esta la primera manifestación contra Dilma, pero las de ahora son motivo de preocupación. El objetivo es destituir a Dilma, dando paso a un juicio político más que jurídico, fulminar al PT y al propio Lula. La coalición del PT con el PMDB está a punto de quebrarse.

Los medios de comunicación masiva son claves en la sucia campaña contra Rousseff, practicando la manipulación ensayada de las masas inconformes. La percepción de estas está alterada y extrapolada en la medida que esos medios acusan y, al mismo tiempo, ya condenaron a Dilma sin que siquiera haya empezado ningún juicio.

Los golpistas, es decir, la burguesía y sus medios, manipulan a la pequeña burguesía. Siempre ha sido característica de esta su inestabilidad e incoherencia. Esa masa de apoyadores carece de política, la cual, es dictada directamente por el capital. En ningún momento se ofrece a la sociedad brasileña en su conjunto una mejor opción sino al contrario, lo que se induce es el regreso al pasado ominoso incluso militar.

Delación premiada

"Delcidio Amaral, era del PT desde 2002. Ayer renunció. En noviembre fue detenido, era el líder del gobierno en el Senado. Por primera vez en la historia un senador en pleno ejercicio del mandato fue llevado a prisión. La acusación: intentar poner obstáculos a la acción de la justicia, en la investigación sobre el esquema de corrupción instaurado en la estatal Petrobras" (Nepomuceno E., en La Jornada, 16 marzo 2016, p.27).

"Delcidio Amaral ocupó uno de los puestos de director de la empresa en el gobierno de Fernando Henrique Cardoso, del PSDB, el más agresivo partido de la oposición a Rousseff y al PT. Ya en aquellos tiempos había gruesa corrupción en la estatal y Delcidio Amaral conocía cada uno de sus vericuetos. Los conocía muy bien, a propósito.

"Preso, y luego de saber que pasaría las festividades de fin de año en la cárcel, y que ahí podría quedarse por un plazo indeterminado, aceptó prestar la delación premiada. En febrero habló, y luego fue liberado. Aguarda el juicio en casa.

"Tan pronto se supo que Amaral había aceptado la delación premiada, los cimientos del mundo político de Brasilia temblaron. Su bien merecida fama de experto en malos negocios hizo disparar alarmas por doquier. Al mismo tiempo, saltaba la pregunta: ¿cómo pudo Dilma aceptar semejante figura como líder del gobierno en el Senado?

"La respuesta es sencilla: porque, además de hábil articulador y buen negociador, él conocía los secretos más pesados tanto de sus colegas del PT y aliados de ocasión como de la oposición, a cuyos cuadros perteneció. Su ingreso al PT, en 2002, se debió a que quiso contender a un puesto en el Senado por su provincia natal, y su entonces partido, el mismo PSDB de Cardoso y Aécio Neves, le negó la postulación. Se convirtió en militante del PT y listo.

"Lo que semejante tránsfuga pudo haber dicho a la policía es algo capaz de derrumbar no sólo al actual gobierno, sino a toda la república. Por eso la tensión que sofocó Brasilia desde que el habitual (y altamente ilegal) goteo de detalles de su delación premiada alcanzó a la prensa golpista.

"Los términos de la delación premiada fueron manipulados a lo grande por los medios de comunicación involucrados en el complot cuyo objetivo es liquidar el gobierno de Dilma Rousseff y, de paso, fulminar a Lula da Silva".

Vacío de poder

Se está cayendo a pedazos una alternativa democrática en Latinoamérica. Esto, desde luego, no es casual. Hay dos razones principales. Una atribuible al imperialismo que desarrolla una activa campaña en Argentina, donde acaba de triunfar electoralmente, en Venezuela con una guerra abierta contra la revolución bolivariana y ahora contra el gigante. En todos los casos, previa desestabilización política y económica, se busca derribar a los gobiernos progresistas para sustituirlos por otros de corte fascistoide. Allí está Macri en Argentina.

Dos, la errónea política seguida por los gobiernos de Lula y Dilma, ambos arrullados en brazos del Banco Mundial, siguiendo políticas enajenantes ajenas al interés de la nación brasileña. Lula fue un activo promotor de la privatización de Petrobras. Varias veces vino a México a promover "su modelo" privatizador y, finalmente, los asesores de Peña Nieto al servicio del imperio, terminaron por imponerlo. Hasta los biocombustibles fueron motivo de promoción para Lula. Luego, surgieron los escándalos de corrupción en Petrobras, que involucran a los gobiernos de Lula y Dilma y al PT. Eso los está reventando. Hay claro vacío de poder. Han perdido consenso social y son una vergüenza para los brasileños y quienes los apoyamos.

Por ese camino, Dilma está perdiendo apoyo social aceleradamente, el PT se ve incapacitado y sin autoridad moral, el imperio que le impuso condiciones a Lula está de pláceme. Los trabajadores, obligados a someterse a la CIOSL (hoy CSI), como condición para que el imperio aceptara a Lula, parecen pasmados, se encuentran lejos de estar a la altura de las circunstancias.

La corrupción corroe a cualquiera, pero la carencia de política independiente de clase es peor.


Ref.: 2016, elektron 16 (81) 1-2, 21 marzo 2016, FTE de México.

¡Abajo el golpe traidor en Brasil!






Esta página es construida por trabajadores del sector energía. La información contenida puede citarse total o parcialmente, mencionando la fuente.