Volumen 15, Número 312, junio 11 de 2015
 


La patria traicionada



Peña Nieto, partidos políticos y legisladores desnacionalizaron a las industrias petrolera, petroquímica, eléctrica y de telecomunicaciones para entregarlas a las transnacionales imperialistas de rapiña. A continuación, también privatizarán el agua. Se han perdido funciones estratégicas, recursos naturales, renta energética, soberanía e independencia. La cloaca política se niega a entender razones, corrompida hasta la médula. Las consecuencias están a la vista: pobreza, desempleo, devaluación monetaria, desbarajuste energético, crecimiento magro, antidemocracia, crimen e impunidad. ¿Por esos traidores hay que votar? Para el Estado, que necesita del consenso, así sea falso y/o gandalla, sí y en estado de militarización. Para eso, el ejército, la marina y policía federal están desplegados en el país; y, el gobierno, amenaza a la CNTE con la represión. Esa "democracia" está diseñada para seguir traicionando a la nación.


Democracia basura

A escasas horas de las elecciones de este 7 de junio, el país está en estado de militarización. El ejército, la marina y la policía federal han desplegado sus fuerzas en todo el territorio nacional, por órdenes del hombrecillo perverso que es Peña Nieto.

Es para "garantizar el derecho al voto", dice Osorio Chong, secretario de gobernación y empleado del tirano. Para ello, cuando llegaron a Oaxaca, lo primero que hicieron fue apostarse en edificios públicos e instalaciones estratégicas. ¿Qué van a garantizar y cómo lo harían? Van a garantizar la impunidad y con las armas enfocadas contra el pueblo. ¿Eso es democracia? ¡Es vil basura!

Lo que hace Peña Nieto no extraña ni lo decidió él. Ese hombrecillo es un simple pelele del imperio y de sus agencias de espionaje y contrainsurgencia. Pero hay razones políticas para recurrir a las fuerzas armadas.

El ejército, la marina y la policía federal son los cuerpos de coerción del Estado, encargados de ejercer la violencia contra la nación. Esas fuerzas son ajenas a la población y pilar del Estado. También está la burocracia del gobierno, en manos de sátrapas al servicio de la burguesía. Pero, el Estado, para ejercer su poder NECESITA del consenso, así sea falso, prestado o comprado.

Las campañas electorales, violentas y corruptas, no funcionan. La demagogia para ejercer el derecho al voto NO convence. El voto corporativo sigue funcionando pero es insuficiente. Entonces, el Estado requiere de un consenso impuesto por la fuerza. Por eso las amenazas de represión a la CNTE.

Los votantes NO le interesan, el voto en México NO cuenta, nunca ha contado; lo que importa al Estado es un número, el que sea, que asista a las casillas de votación y justifique los cálculos fraudulentos del Instituto Nacional Electoral (INE).

Narro, rector de la UNAM, dijo luego de reunirse con Lorenzo, que no había manera de alterar los resultados. ¡Falso! Algunos universitarios se encargarán de operar el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) ¿y qué? Narro es médico, habla de lo que no conoce, NO sabe NADA de matemáticas, ni siquiera de probabilidad, estadística o cómputo; solamente declara para congraciarse con Peñita.

De los 83 millones 560 mil personas inscritas en el padrón electoral, el abstencionismo será del orden de 60 ó 70%, los votantes serán MINORIA. Esas elecciones, por tanto, serán ILEGALES e ILEGITIMAS. Sí, porque por elemental decoro "democrático", las elecciones de la democracia burguesa FORMAL debían ser válidas con la participación de, al menos, el 50% más uno, es decir, 41 millones 780 mil 1 votantes. Eso NO ocurrirá, salvo inventando muchos votos.

El conteo del INE, entonces, partirá de un universo minoritario y falso, del cual, hará una distribución proporcional entre los partidos contendientes, de acuerdo a lo previsto en el código fuente, que no conocen los partidos políticos, ni Lorenzo, y menos lo entienden ni lo han validado.

Eludir el enfrentamiento con el Estado

En los estados donde se han manifestado acciones de boicot electoral, el abstencionismo podría ser mayor y, por tanto, esas elecciones NO serían válidas. En algunos, por ejemplo Oaxaca donde están tomadas el 100% de juntas electorales, podría ni siquiera haber elecciones sino solo simulaciones.

Sean a nivel nacional o local, por supuesto, los resultados minoritarios serán validados por el INE. El escenario podría ser diferente si el boicot fuera generalizado en la mayor parte del país. Por ahora no será así. Esta vez no habrá elecciones sino AGANDALLE, para eso está diseñado el INE, el PREP y las campañas. El Estado promueve y defiende, incluso con las fuerzas armadas, el CONSENSO GANDALLA.

Ese consenso lo impondrá, con o sin boicot, con o sin votantes, y será televisado.

Para impedirlo, necesitamos construir lo que aún no tenemos: organización nacional estructurada y entrelazada en todo el territorio, programa y dirección política de clase.

Lo que los maestros de la CNTE han hecho hasta ahora es encomiable por valientes y decididos. Mucho han realizado. La CNTE es solo parte de un sindicato, no es el sindicato, ni menos, un partido político. Tiende a suplir la carencia de éste pero no puede cumplir cabalmente ese papel.

Lo que se pudo hacer ya se hizo y bien. Lo que podría seguir es el enfrentamiento frontal con los cuerpos de coerción del Estado. Por ahora, no los podemos vencer con pedradas o con gritos. Soldados, marinos y policías utilizan armas largas y no se detienen en miramientos.

En la última década van más de 150 mil muertos, más de 25 mil desaparecidos, todos impunes. El ejército está involucrado directamente, lo mismo en las ejecuciones de Tlatlaya y otros casos, como Apatzingán y Ayotzinapa.

¿Qué confianza se puede tener en esos aparatos? ¡Ninguna! Y, en los partidos políticos, tampoco. Son los autores del desastre nacional. Agravios diarios, a los derechos humanos y sociales, empobrecimiento consuetudinario, desempleo y subempleo seculares, impunidad generalizada, antidemocracia cotidiana, entrega al capital extranjero y nacional de los recursos naturales e infraestructura industrial estratégica, propuestas anunciadas de mayor privatización, por ejemplo, del agua. Se puede continuar. Y, ¿por esos sátrapas hay que votar? ¿Eso es lo que garantizarán el ejército, marina y policía?

Al contrario, todo está preparado para IMPONER un CONSENSO MILITARIZADO y GANDALLA. La presencia del ejército, marina y policía federal es para garantizar la continuación de las desgracias y atacar a los opositores, en este caso, los maestros y sus aliados.

En tales circunstancias, es importante eludir la represión, en forma organizada y combativa. En cualquier lucha, hay "tiempos de acometer y tiempos para no hacerlo". Hasta ahora, se ha avanzado mucho, nunca antes las elecciones habían sido tan cuestionadas activamente. A nivel internacional ha quedado registrado que en México se vive una dictadura explícita, corrupta y mentirosa. México es una nación secuestrada por traidores. Nuestra patria ha sido traicionada.

Para rescatar a México de las garras del imperialismo necesitamos mucho más que un boicot electoral. Eso no se puede lograr de un día a otro. Por lo pronto, los resultados electorales lo dirán: serán unas elecciones minoritarias, falsas y gandallas, por ilegales e ilegítimas. Nuestra tarea sigue siendo la misma: seguir luchando incansables con énfasis en la fase activa y constructiva.

La CNTE valorará la situación. Cualquier decisión la apoyaremos. La nación conciente también la apoyará.


Ref.: 2015, elektron 15 (156) 1-4, 6 junio 2015, FTE de México.



Llegada de las tropas del ejército federal a Oaxaca. FOTO: J. A. Pérez



Ejército federal en Oaxaca. Militarización de las elecciones.
FOTO: J. A. Pérez



Enfrentamiento con la policía en Tlapa, Guerrero.
FOTO: Tlapa. Cuartoscuro



Policías y soldados en Tlapa, Guerrero. FOTO: V. Camacho





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