Volumen 15, Número 308, mayo 1 de 2015
 


Se encendió el Fuego Nuevo en Chinkultic



Frente a la zona arqueológica de Chinkultic se realizó una conferencia sobre el tiempo maya, también hubo danza, marimba y se observó al cielo, aún cuando estuvo cubierto de nubes y con lluvia. En pantalla gigante observamos a la Luna, a Júpiter, a Orión y el paso de las Pléyades por el cenit. Se encendió el Fuego Nuevo de otro ciclo en la Cuenta Larga de los Mayas.



El día empezó muy nublado y haciendo frío. Al llegar al Centro Ecoturístico de Chinkultic, en la entrada de la zona arqueológica empezó a llover. Un cúmulo de nubes cargadas con agua cubrió la zona del cielo en la región. No se veía nada de cielo ni de estrellas.

La comunidad llevó una marimba que pronto empezó a tocar alegrando el ambiente. Aumentó el frío y la lluvia. En una cabaña nos metimos todos, cientos de asistentes de la comunidad maya, Comitán, Frontera-Comalapa, San Cristóbal las Casas, México y otras partes. Hombres, mujeres y niños estuvieron, varios se mojaron varias horas.

Con la exhibición del trailer de Cazaimagen sobre la Cuenta Larga de los Mayas, dio comienzo la reanudación del simbólico evento. Enseguida, Luz del Alba Belasko, artista plástica chiapaneca, hizo la introducción al evento. Luego, fue presentado el video Popol Vuh (fragmento, en maya y en español), también de Cazaimagen.

Un representante de la comunidad del ejido Miguel Hidalgo, municipio de Trinitaria, Chiapas, dio la bienvenida a los asistentes. Hicieron lo propio la delegación mexica, la delegación estudiantil de la UNAM y el grupo artístico Ce-Ollin. Luego tocó la marimba.

kosmos: Tiempo maya

“Pueblo que contaba sus días como diamantes”, escribió M. A. Asturias, poeta guatemalteco. Con esas palabras dio inicio la plática del doctor David Bahen acerca del “Tiempo maya”. En esta plática popular se hizo una referencia inicial al tiempo mítico, el número 13.0.0.0.0 con que empieza la Cuenta Larga de los Mayas, fecha expresada en el códice de Dresde, uno de los tres que se salvaron al auto de fe de los inquisidores cuando quemaron a multitud de códices.

En el tiempo ritual, el códice refiere la parafernalia del evento con bastones y sonajas, quema de incienso, ofrecimiento de ofrendas y el sacrificio de un pavo. En la renovación del mundo y su recreación se sembraban cuatro árboles, uno hacia cada punto cardinal.

El tiempo histórico quedó registrado en calendarios, siendo el de 260 días originario de América. Las diferentes formas de calendario están estructuradas a partir de los valores enteros del año: 360, 364 y 365 días, combinados con el número 20, el 260 y los valores enteros del período sinódico de Venus: 584 y 585 días. El calendario de 260 días es de carácter humano, el de 360 (365) días es de carácter solar.

La rueda calendárica surge de la combinación de los calendarios de 260 y de 360 días, y se repite cada 52 años.

El ciclo de la Cuenta Larga es un sistema que consiste en calcular el número de días transcurridos a partir de una fecha Era que, de acuerdo a la correlación GMT, se remontaría al 13 de agosto de 3113 a.C.

Así como existen registros de Cuenta Larga, también los hay de calendarios (260 y 360 días). Un registro de la Cuenta Larga está en la Estela 1 de Cobá, otro en la Estela C de Quirigúa, así como en el códice de Dresde.

La fecha 13.0.0.0.0 equivale a 13 baktunes, 0 katunes, 0 tunes, 0 uinales, 0 kines. El cómputo de Cuenta larga considera una rueda calendárica formada por 2 ciclos: a) La fecha 4 Ahaw corresponde al Tzolkin (260 días) y b) 8 Kumku pertenece al Haab (360 días).

Varias páginas del códice de Dresde son tablas de Venus, que es Quetzalcóatl, Kulkulcán o Gucumatz. Los mayas midieron el movimiento sinódico de Venus y otros planetas. El conocimiento de los períodos sinódicos siderales implicaría que se conocían los movimientos heliocéntricos del sistema solar.

El tiempo era tema central del pensamiento mesoamericano, con una doble forma de medirlo: una cósmica y otra humana. Esto es, en Mesoamérica el tiempo fue medido simultáneamente con el movimiento aparente del Sol (365 días) y de la Luna y con una dimensión humana (260 días).

El tiempo es un saber social propio de cada cultura. La humanidad creo la noción de tiempo cuando tomó conciencia del movimiento, al vincular los astros con el clima y los fenómenos naturales. Los mayas integraron el tiempo a su cosmovisión, lo midieron, lo mitificaron, lo desmitificaron y socializaron.

Existen registros de ciclos temporales, como las Estelas 12 y 13 de Monte Albán (500 a.C.). Al ciclo completo los mayas le llamaban Haab. El ciclo de 260 y el de 365 días comenzaban al mismo tiempo. Este es el ciclo Mesoamericano.

El sistema calendárico se apoyó en el valor posicional de los números, es decir, en el conocimiento del Cero.

La Cuenta Larga es un recuento interrumpido del transcurso de los días. Es un sistema de referencia que permite adentrarse en el tiempo, hacia el pasado y el futuro. 1 día era un kin, un uinal (20 kines, 20 días), 1 tun (18 uinales ó 360 días), un katun (20 tunes, 7200 días), un baktun (20 katunes, 144000 días) y trece batunes (1,872,000 días). Esta última es la duración de la presente época.

Las fechas más antiguas descifradas se remontan a miles de años. Sus cálculos abarcaban millones de años.

El 21 de diciembre de 2012, el sistema calendárico maya, conocido como Cuenta Larga retorna al cero, para reiniciar su ciclo de 1,872,000 días (5,125.36 años).

El centro simbólico del calendario americano es el número 20. El 20 es la base del sistema numérico vigesimal. 20 son los días del mes. Mediante 13 números los 20 días se transforman en el calendario de 260 días. 13 es divisor de los valores enteros de los períodos sinódicos de Mercurio (117), Venus (585), Marte (780), Saturno (377). 13 divide a 364 días, 52 años, 104 años; es divisor de períodos de eclipses, valores de lunación, períodos de la Luna y de Venus. 13 es el número de baktunes de la Cuenta larga.

El calendario mesoamericano se basa en las fases de Venus, 236 días como estrella matutina, 90 días de desaparición superior, 250 días como lucero vespertino, 8 días de desaparición inferior.

Debido al movimiento de presesión del eje terrestre, el 13 de agosto de 3114 a.C. Las Pléyades estaban a pocos grados del punto equinoccial (punto vernal). El Fuego Nuevo es la fiesta que coincide con el paso de Las Pléyades por el cenit a la media noche. Las Pléyades están en una “simetría opuesta” a la del Sol. El primer paso del Sol por el cenit (a mediados de mayo) coincide con el periodo de invisibilidad de las Pléyades; éstas pasan el cenit (medianoche de noviembre), exactamente medio año después del cenit del Sol (nadir).

El 22 de diciembre de 2012 habrán transcurrido 3,205 ciclos reales de Venus + 536.4 días, 47.5 días después terminará un ciclo astronómico completo de Venus, el 8 de febrero de 2013. El 6 de junio de 2012, Venus estaba en la conjunción inferior con el Sol. El 22 de diciembre estará 47 días antes de la invisibilidad Superior al desaparecer como estrella matutina.

La fecha inicial es astronómica y corresponde al principio de la desaparición superior de Venus. Según algunos investigadores, antes hubo cuatro épocas. Eso implicaría 25,626.83 años correspondientes a cinco ciclos de 1,872,000 días cada uno. La presesión (luni-solar) actual dura 25,729.19 años trópicos y los 5 ciclos de 13 baktunes son 25,626.83 años. La diferencia es de 53 días. Lo anterior significa que al término de la presente Era el eje terrestre habría completado un período de presesión.

Expresado en números enteros para los períodos sinódicos de los planetas observables a simple vista, los períodos siderales de Venus y la Luna, los eclipses y la presesión del eje terrestre, el CALENDARIO y el SISTEMA DE NUMERACIÓN representan un modelo original de la cinemática del Sistema Solar. Su núcleo es el número 260. Este modelo es de tipo HELIOCÉNTRICO.

El conocimiento del cielo se incorporó al estudio de la orientación arquitectónica de las ciudades. La orientación de sitios y pirámides se relaciona con la salida o puesta del Sol en días específicos del ciclo solar y con la geografía del paisaje.

En el códice de Dresde se refiere el nacimiento del Sol, alimentado por maíz, como resultado de batallas entre dioses. También los ciclos lunares asociados con las fechas de la Cuenta Larga. Está la duración de los ciclos planetarios, especialmente los eclipses, las tablas y el ciclo de lunaciones. En varias tablas se indica el período sinódico de Venus de 584 días.

También está el período sinódico de Marte de 780 días. Asimismo, están los periódicos sinódicos de Mercurio y de Saturno. No se conoce el período de Júpiter, si bien algunos autores estiman que existen datos en Palenque y en Cobá. Es muy probable que los mayas hayan observado a este planeta, por mirarse cercano y muy luminoso.

Danza mexica

Enseguida, los calpullis de Atlakamani llevaron a cabo la ofrenda de cuatro danzas que simbolizan el mito cosmogónico de la creación del universo según la tradición tolteca-mexica, así como las disposiciones para el recibimiento del nuevo Sol de Energía. Las danzas fueron las siguientes: 1. Ulama (Juego de pelota), 2.Tezcatlipoca (El humear del espejo), 3.Huitzilopochtli (Colibrí de la izquierda), 4. Coyolxauqui (La de los cascabeles).

Luego vendría la ceremonia de encendido del fuego nuevo (recibimiento de la nueva era con cantos) y la entrega de reconocimiento al Centro Ecoturístico Chincultik. Después miramos al cielo.

Mirada al cielo

Contar estrellas es construir la imagen del universo, expresó Bahen. La lluvia había arreciado, las nubes oscurecían más al cielo de Chinkultic. Entonces, tocó la marimba. Luego, Bahen invitó a los asistentes a mirar como estaba el cielo de Chinkultic en esos momentos.

Debido a la nubosidad no pudimos observar a simple vista, ni utilizar el telescopio, pero un programa de cómputo mostró sobre la pantalla gigante una mirada arriba de las nubes que permitió observar a la Luna, parcialmente eclipsada por la sombra de la Tierra, apreciando sus cráteres. También se observó a Júpiter y cuatro de sus lunas. En la constelación de Orión se apreciaron Betelgeuse, Rigel y las estrellas del cinturón del cazador, así como Belatrix y las estrellas que forman el arco del cazador. Más abajo estaba Sirio y arriba Aldebarán, la estrella que nos guiaría a Las Pléyades.

Volvió a tocar la marimba y dimos una nueva mirada al cielo, sin poder mirarlo directamente pero en pantalla pudimos apreciarlo. La Luna se había movido un poco y continuaba eclipsada, Júpiter se veía impresionante, Betelgeuse rojiza y Rigel azul, ambas muy brillantes. En el cinturón de Orión, al ver a Alnitak se pudo apreciar rojiza y azul a la Nebulosa de Orión.

Las Pléyades estaban a punto de cruzar el cenit. A las 22:40 hs. lo hicieron. En ese momento todos los asistentes nos pusimos de pie. A coro dijimos:

“Kan (cuatro), Ox (tres), Cha´ (dos), Hun (uno), Mih ó Xi-xim (cero)”. Luego David dijo:

“Las Pléyades han cruzando el cenit. Empieza un nuevo ciclo en la Cuenta Larga de los mayas. Es la Era del Sol de la Energía. Es Otro Comenzar de Nuevo”.

“Sabio Quetzalcóatl, valeroso Kukulcán o Gucumatz, abanícanos suavemente con tus plumas para que seamos un huracán en las batallas”.

“La humanidad tiene fe verdadera en el futuro y vencerá”.

“¡Vivan los mayas!”.

Encendido del Fuego Nuevo

Vino entonces un aplauso. De inmediato se produjo el llamado de los caracoles. La danza mexica procedió a encender el Fuego Nuevo, con la participación de los representantes de la comunidad maya y de la caravana Kukulcán. Conforme el fuego se iba encendiendo, en esa noche lluviosa, los calpullis cantaron y los marimberos tocaron.

Con lluvia concluyó un ciclo en la era de la Cuenta Larga de los Mayas, y se inició otro. Antes de retornar a casa, la caravana visitó los lagos de Montebello y la zona arqueológica de Chinkultic.

Descubridores del Cero, observadores del cielo, reloxeros de las estrellas.
Enfrentaron la violencia del hierro extranjero
y el auto de fe.

Han vivido la explotación, expolio,
siglos de resistencia y rebeliones,
etnocidio, cruentas atrocidades de tierra arrasada,
destierro, exilio en su propio territorio.

La solidaridad es indeclinable.
Los momentos luminosos no se olvidan.
Las aportaciones mayas a la humanidad
tienen brillo propio
y arreglo cristalino de diamantes.


Cúmulo estelar M45, Las Pléyades

Frente de Trabajadores de la Energía,
de México





Esta página es construida por trabajadores del sector energía. La información contenida puede citarse total o parcialmente, mencionando la fuente.